No hace demasiados días, Can Matons presentaba sus últimas novedades, que entonces tenían que ver con la gama de productos que el proyecto vitivinícola tiene al mercado. Reivindicando «origen y terroir», nacían los primeros vinos espumosos Titiana, amparados bajo la Denominación de Origen Alella: el Pansa Blanca 2016, el rosado Pinot Noir 2018 y el Vi de Guarda 2013 que elaboran a partir de las variedades chardonnay y pinot noir.
Ahora, a las puertas de la campaña de vendimia 2023, el proyecto propiedad de Raventós Codorníu afronta nuevos retos. Tal como avanza la revista
Y lo cierto es que, según Codorníu, la venta de Parxet continúa activa, a pesar de que solo afectaría las instalaciones que tienen a Montargull, donde hasta ahora han embotellado los productos Parxet y la colección de

Burbujas Titiana, último proyecto de Carbonell en Alella
«Decidimos hacer vino espumoso en Can Matons porque la mejor manera de expresar las viñas de Alella es a través de las burbujas«, compartía Xevi Carbonell a primeros de junio, cuando se hacía la presentación oficial de los nuevos Titiana ante la prensa. Por eso, sumado al valor del origen, insistían en la definición de esta gama como de «vinos espumosos» que se convertían en una continuación natural de su colección ya consolidada de vinos tranquilos.
El proyecto de Can Matons nació en 2021, heredero del emblemático Marqués de Alella, y toma por nombre el de la masía del siglo XVIII que se erige entre las viñas de Santa Maria de Martorelles, en el Vallès Oriental. Xevi Carbonell trabajaba allí desde el año 2005. De momento, en cuanto al relevo, quedará en manos del responsable del proyecto ‘Vinos de Legado’ Ricard Rofes y de la también enóloga Anna Roset, quien hasta ahora hacía tándem con Carbonell tanto en Alella como en el Penedès.