El Plan territorial general de Cataluña define los ámbitos en que se tiene que dividir el territorio según las veguerías. Cada uno de estos ámbitos tiene que contar con su Plan parcial, que concreta las determinaciones generales en la correspondiente escala, y con su Catálogo de paisaje, que propone objetivos de calidad y acciones de mejora. A finales de diciembre de este pasado 2023, tras unos cuantos años de trabajo, el Gobierno catalán daba luz verde al anteproyecto de Plan y Catálogo del Penedès, dos instrumentos de planeamiento específicos de la octava veguería catalana.

Queda camino por hacer, porque el anteproyecto todavía no se ha aprobado definitivamente, a pesar de que llevan invertidos nueve años, que no siempre han sido fáciles. Profesionales que se dedican al vino en la región celebran haber podido participar en el proceso, pero sobre todo, que se hayan tenido en cuenta sus consideraciones para preservar el paisaje y no perjudicar el sector vitivinícola, que se habían obviado en la primera redacción del texto.
En Vadevi recogemos voces afectadas y autorizadas del Penedès, como Joan Huguet y Cisco Olivella, presidente y director de la Denominación de Origen Penedès, Roger Rovira, técnico de viticultura de Recaredo y miembro del CEPVI y Maite Esteve, responsable de Vins el Cep, una de las impulsoras de

- ¿Qué pensáis del largo proceso y del anteproyecto para culminar la veguería?
Joan Huguet y Cisco Olivella (DO Penedès): El proceso ha sido largo, con interrupciones por los cambios en el gobierno de la Generalitat de Cataluña, consejos comarcales, ayuntamientos, etc., pero como proyecto es muy importante para la consolidación de la veguería del Penedès, así como las cuatro comarcas que engloba: Alt Penedès, Baix Penedès, Garraf y Anoia.
Roger Rovira (RR): El Plan llega tras 9 años de trabajo, y el sector agrario pasa de estar hablando del cambio climático a que se haya convertido en una realidad. En este tiempo, se ha caminado hacia la producción ecológica, con un importante crecimiento de superficie en el Penedès, posiblemente porque se focalizan más hacia la calidad que no la producción.
Maite Esteve (ME): Tuvimos claro que había que replantear el Plan porque era pobre, no era ni moderno ni de futuro, le faltaba el espíritu del Penedès y no tenía en cuenta la importancia de un sector como el nuestro, el de la viña y el vino. Estamos contentos con toda la inversión de tiempo y de recursos. Todo el esfuerzo y el trabajo han merecido la pena.
Un trabajo de equipo, con trabas
- ¿Cuáles fueron los principales frenos o impedimentos y los grandes aceleradores?
ME: Cuesta ver que ha habido gente del sector que no se han implicado nada
DO Penedès: Los impedimentos han venido de instituciones vinculantes dentro del mismo territorio.
RR: El tiempo para desarrollar el plan ha sido uno de los principales impedimentos, que se podrían justificar en la cinética política, con cambios en la Generalitat en el ámbito de gobiernos y consejero. Los aceleradores han sido la voluntad popular, concdntrada entre otras, en Pro Vegueria, SOS, ahora, Somos Penedès y CEPVI.

«Sin paisaje no somos nada»
- El texto pone especial énfasis en la generación de equilibrio territorial, controlando infraestructuras, espacios abiertos y urbanizados, cosa que a priori parece fácil dado el enclave de la veguería. ¿Comoi pensáis mantener esta identidad, dado que es tierra de paso de trenes, autopistas, líneas energéticas…?
DO Penedès: Este es un tema que hace muchos años que se arrastra. Las infraestructuras que pasan por el medio del territorio hay que encaminarlas a ser paralelas y a seguir el trazado actual de la AP-7. No tiene sentido abrir nuevos corredores. La proximidad en las áreas metropolitanas es un elemento a tener mucho en cuenta para proteger el paisaje y el territorio.
ME: Entre la MAT, la amenaza del Cuarto Cinturón, que pasan las vías de los trenes por el interior de los municipios…, ¡esperemos que no se desdoble la autopista! Y tampoco entendemos el corredor mediterráneo: queremos que la comunicación con Europa sea buena, pero ¿cómo nos beneficia que todas las mercancías del sur pasen por nuestro territorio? Todo esto son amenazas que afectan la identidad de una región que vive en buena parte del paisaje. Sin paisaje no somos nada.
- La viña es símbolo de identidad del paisaje, entendido como conuunto físico, biológico, humano y cultural. Sus casi 25.000 ha, que engloban la DO Penedès, DO Cava, DO Catalunya, Corpinnat, se ven amenazadas por la actual sequía (2021-2024). ¿Cómo encarará la veguería esta falta de agua para un conreo históricamente de secano, pero que sin aguan, dificilmente podrá sobrevivir?
DO Penedès: Hay diferentes maneras de verlo y de encararlo. Unos piensan que no se tendría que regar y que hay que trabajar con marcos de plantación más anchos y pies y variedades más vigorosos y autóctonos, así como aplicar técnicas de cultivo para aprovechar mejor el agua. Seguramente en el caso del Penedès y pensando en la adaptación al cambio climático, hay que pensar a prepararse para poder hacer riego de apoyo a la viña. Por eso hay que empezar a trabajar ahora para tenerlo a punto dentro de unos años. Hay que estudiar las necesidades reales y prever toda la infraestructura necesaria para tener agua para el riego, sea proveniente de las depuradoras (agua regenerada) y también de desaladoras. También infraestructura para el transporte y almacenamiento del agua y la instalación del sistema de riego a la viña. Y, a la vez, pensar que solo no lo podemos hacer. La veguería del Penedès no es una isla.
ME: En este caso, todos los actores del territorio están muy sensibilizados, pero tengo claro que siente un problema de la magnitud que es, tenemos que pensar en grande. Estamos viviendo una de las peores épocas que se recuerdan, por la falta de agua, y hay que buscar soluciones que ayuden a una mayoría. Ser realistas, porque hay soluciones que quedan muy bien sobre papel, pero que no se ajustan a la realidad del territorio. Hay mucho margen para mejorar y para encontrar soluciones de reutilización de agua.
RR: El déficit de agua y energía es sistémico, afecta toda Cataluña, y, por tanto, harían falta planificaciones de ámbito catalán para hacer frente a esta realidad. La situación de la veguería, próxima en el Área Metropolitana de Barcelona, puede ayudar a solucionar el problema, y en paralelo potenciar problemas asociados a infraestructuras y a la competencia por los recursos. Hacen falta datos para planificar poder tener agua y energía.

En el contexto actual, la proliferación de parques fotovoltaicos puede ser una amenaza
- ¿Qué pensáis del espacio mixto, agrario y fotovoltaico?
ME: Si queremos energías alternativas, tenemos que apostar por la fotovoltaica. Pero se tiene que hacer bien, no de cualquier manera, para que tenga el mínimo impacto sobre el paisaje.
RR: A escala técnica es un tema interesante, de hecho las placas agrovoltaicas ya son una realidad en el sur de Francia y aquí INNOVI las potencia en diferentes proyectos, siendo, por lo tanto, una posible mejora agronómica para reducir la radiación en la viña; aun así, a la vez, es una amenaza si no se regula su implementación de acuerdo con conceptos paisajísticos, que tienen que estar mancomunados. En momentos de crisis, como ahora, es un peligro la potencial proliferación de parques fotovoltaicos en terrenos agrícolas, puesto que transformaría su potencial agrícola por el industrial.
Acoger y formar
- Las cuatro comarcas de la veguería del Penedès son tierra de acogida. ¿Tenéis planes específicos para mantener o integrar esta diversidad cultural en la gestión del territorio?
RR: Esta es una pregunta casi sociopolítica, pero interesante y pertinente, puesto que ahora, para vivir, un agricultor tiene que llevar 20 o 25 tiene que viña, y hace 100 años eran 4 o 5 veces menos. En este contexto la mecanización ayuda, pero no en todas las opciones agronómicas (poda, cosecha a mano…) y, por tanto, hay que encontrar mano de obra, personal que quiera y pueda hacer trabajo manual, estas personas son de procedencias foráneas en Cataluña, que hay que acoger, y en el mismo nivel, hay que formar mano de obra cualificada en y del territorio, como ha hecho y hace la Academia de Poda, que en los últimos 10 años ha formado además de 1000 personas. La solución pide gestionar estas dos estrategias en paralelo, acoger y formar.
- Por último, ¿qué añadiríais al actual anteproyecto y por qué?
RR: Habría que mirar el anteproyecto con mucha atención, por sobre todo añadir más protección al suelo agrícola de las viñas, a las viñas viejas, y muy especialmente generar unas normas de aplicación que sean supramunicipales.
DO Penedès: Este plan tendría que facilitar que un viticultor que quiera hacer una bodega a sus viñas, pueda hacerlo, cumpliendo siempre con las normas del paisaje y de superficies de viña mínimas establecidas.
