VadeVi
Reflexiones sobre retos en la vitivinicultura actual en Prada de Conflent

En el marco de la 56.ª Universidad Catalana de Verano de Prada de Conflent, la Institución Catalana de Estudios Agrarios (ICEA), filial del Instituto de Estudios Catalanes, ha organizado los días 19 y 20 de agosto la trigésima quinta jornada de debate sobre el sector agroalimentario catalán en el conjunto de los Países Catalanes. La de este año se ha centrado en la vitivinicultura de altitud y el cambio climático en sus diversas regiones productoras.

Pérdidas de productividad y cambios en la calidad

La realidad climática observable y fehaciente desde los años 80 del siglo pasado, afecta toda la agricultura y a todas las actividades económicas y humanas de todas partes. La viticultura, como parte del sector, está claramente afectada: más allá de las limitaciones que representa el clima y la meteorología asociada, también por las pérdidas de productividad y cambios en la calidad, y todo en un sector absolutamente enlazado con en el territorio, cosa que en tanto de manera individual y como colectiva conlleva problemas económicos en los vitivinicultores. Esta situación es muy especialmente destacable en el 65% de la superficie en régimen de secano.

La altitud se ha planteado como una potencial opción agronómica para hacer frente a las limitaciones térmicas e hídricas de las partes más bajas donde se hace viticultura; aun así, las ventajas ambientales (menores temperaturas y más pluviometría) siente interesantes, no compensan los riesgos y potenciales pérdidas asociadas a las heladas, granizadas, abajo potencial nutricional y de almacenamiento hídrico en el suelo, entre otros.

Charla sobre como el cambio climático está afectando a la vitivinicultura actual | cedida

Dos jornadas: retos y posibles soluciones

A lo largo de las dos jornadas se han expuesto  y discutido planteamientos y explicaciones teóricas y prácticas respecto de este tipo de viticultura, focalizando mucha información hacia las temperaturas máximas y mínimas día/noche, y la sequía asociada al incremento de evaporación junto con lluvias cada vez más torrenciales, planteándose como opciones de solución, o cuando menos mejora, el trabajo de mejora de los solo, la búsqueda y uso de variedades y pies adaptados a la realidad, la agronomía de precisión y en esta el riego mínimo, y de una manera muy especial la colaboración la ayuda mutua para conseguir productos suficientes con características diferenciales, que promuevan valor añadido.

Se ha considerado interesante el hecho de buscar lugares menos afectados por la realidad climática, pero próximos donde hay la actividad vitícola, valorándose cómo interesando la viticultura en montaña, donde el conjunto clima/orografía, permita hacer planteamientos agronómicos y enológicos interesantes y diferenciales para conseguir valor añadido en una producción y productos en riesgo.

Viticultura de altitud, resiliente

Así, se ha hecho patente la importancia de ver y conocer otras realidades que, junto con la experiencia propia, permita desarrollar estrategias para generar una viticultura de altitud rápidamente resiliente, lo que se tiene que combinar con tácticas agronómicas y enológicas por cada explotación.

Hay riesgos, pero también soluciones, siendo la primera, tratar de no hacer fielmente el que el mismo que en la llanura, puesto que las condiciones ambientales y los productos resultantes son muy diferentes, y, por tanto, tienen que recibir un tratamiento diferente, basado en ciencia, técnica, sobriedad en el uso de recursos y sentido común en el diseño de los objetivos y la aplicación de las soluciones.

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa