La Asociación arrels Penedès ha puesto sobre la mesa qué es o tendría que ser «el futuro de la agricultura en el Penedès». Ha sido en el marco de una jornada celebrada este jueves 26 de octubre que ha reunido unas cuarenta personas al restaurante Arrels de Santa Margarida i els Monjos.
El encuentro dio voz al enólogo Agustí Torelló (AT Roca), y a Robert Savé, investigador emérito de la IRTA, y a sus aportaciones que se alinearon en el intento de mostrar que el cambio climático es una realidad que pide importantes cambios en la fenología y en las necesidades de agua del cultivo. Aun así, insistían, estos cambios «no son los únicos que hay que atender, ni posiblemente los más determinantes».
De igual manera, se ponía sobre la mesa la importancia «la tipicidad del
Desequilibrios entre costes de producción y precios de venta
El debate fue muy amplio, intenso, siempre poniendo de manifiesto la importancia primordial de la uva, los diferentes productos vínicos que se elaboran, el desequilibrio entre el coste de producción y el precio de compra en la producción vitícola de la veguería; la dificultad de todo, que en la mayoría de casos imposibilita disponer de agua por el riego de la viña; y la importancia de la diferencia productiva, con la necesidad de cerrar ciclos uva/vino en un mayor número de bodegas.
Trabajo colectivo, como necesidad de futuro
También se ha hablado de la imposibilidad de plantar cultivos alternativos a la viña de secano que ofrezcan el mismo valor añadido, así como la necesidad de valorar los recursos (suelo, agua, biodiversidad, energía) y, por lo tanto, las necesidades que piden por un trato de uso que valore la sobriedad y la eficiencia.
Como conclusión, se apuntó que el Penedès tan solo podrá ser resiliente al cambio global, y su derivada el cambio climático, si hay una propuesta conjunta de futuro de los diferentes actores.