Se acerca la noche de San Juan. Todos la esperamos porque implica cenar al aire libre y compartir con la familia o los amigos. Y porque representa el inicio del tan esperado verano. Los más golosos, además, valoran que es el momento de no tener excusa para devorar uno de los dulces más nuestros: la coca de San Juan (en todas sus versiones). En la mayoría de casas catalanas, la noche del 23 de junio se abrirán botellas de espumoso; ¡no dejen de hacerlo, por Baco! Pero nosotros, además, les recomendamos que mariden las cocas con los vinos dulces de la DO Alella.
Porque Alella es, históricamente (y actualmente también), territorio de grandes dulces, les proponemos uno para cada estilo de coca:
La coca de chicharrones – Marfil Generoso Semi
La menos dulce, pero quizás la más tradicional y la más consumida en la verbena. Ningún vino la acompañará mejor que el Marfil Generoso Semi. Un rancio semidulce con solera de 1976 que lleva la pasa blanca a un nivel de sofisticación impresionante. No sabrás si te gusta más la coca, el vino o la suma de ambos.
La coca de fruta – Bouquet d’Alella Pur Dolç
El único dulce de la bodega Bouquet d’Alella. El único dulce del territorio DO Alella elaborado con garnacha blanca. Una joyita nacida en 2013 que cada año es mejor (a medida que envejece) y que tiene el punto de dulzura y acidez ideales para maridar con la coca de fruta. ¡Ah! Eso verde que quitan de la coca es melón y se come.
La coca de brioche y crema – Penjat d’un Fil
El sueño de aquellos que no temen morir por sobredosis de dulzura. Esa coca de brioche tierna, sabrosa y cubierta de filigranas de crema que hace salivar solo con imaginarla… Para ella, el Penjat d’un Fil. Una creación de Enric Gil, de la bodega Can Roda, hecha con racimos de pasa blanca que, antes de prensarlos, pasan más de tres meses secándose al sol y serena para concentrar azúcares.
La coca de hojaldre y crema – Iaia Rosa
Parece una coca de chicharrones, pero es una coca de crema. No puede faltar en ninguna verbena que se autoproclame fiesta y la acompañarán maravillosamente bien con uno de los dulces de Serralada de Marina, el Iaia Rosa. Una pasa blanca moderadamente dulce que es de aquellas que, sin darte cuenta, ya te has bebido la botella entera.
La coca de chocolate – Dolç Mataró
Una creación moderna (tu abuela dirá “esto no es una coca de San Juan”) que marida a la perfección con el mejor dulce de Alella para los postres de chocolate: el Dolç Mataró de Alta Alella. ¿Coca moderna? ¡Vino clásico!
Marfil Muy Dulce. Sin coca
Porque no hay lista de vinos dulces de prestigio que no recomiende el Marfil Muy Dulce. Debilidad de quien firma el artículo, es una maravilla enológica que no necesita maridar con nada porque es espectacular por sí sola. Si no lo han probado, están desperdiciando la vida.
