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Novedades vinícolas en Alella

Ahora que han vuelto (¡y de qué manera!) las ferias, presentaciones y acontecimientos vinícolas diversos, se han reactivado mucho las relaciones sociales entre la gente del sector. Desde hace unos meses he tomado conciencia que hay un concepto que me van repitiendo varias personas: “Alella se mueve”, “En Alella pasan cosas”. Y me he preguntado: “Qué ha pasado?, ¿qué está pasando, que la gente tiene esta percepción de cambio, de novedades?” Hagamos un repaso.

Alta Alella
Viñas de Alta Alella con el mar de fondo | Foto: Alta Alella

Cambio de estrategia a la DO, nuevas bodegas y nuevas plantaciones

En el último año y medio el Consejo Regulador ha cambiado de imagen y de estrategia de comunicación y ha ido por primera vez como DO a ferias, como la Barcelona Wine Week o Fenavin. Raventós Codorníu ha puesto en marcha el proyecto Can Matons con una apuesta espectacular por la pasa blanca. Alta Alella, Roura, Bouquet de Alella y Talcomraja han incrementado la plantación de viñas propias.

Además, han aparecido tres nuevos proyectos vinícolas. Vallalta Vinícola, que hace vino en Sant Cebrià de Vallalta y que tiene intención de entrar a la DO Alella pronto. Can Reon, a Tiana, que ha recuperado viñas, ha plantado de nuevas (que ya están inscritas a la DO) y tiene previsto poner en marcha un establecimiento hotelero, un restaurante y una bodega (mientras tanto, el vino los lo está haciendo la bodega Quim Batlle). Y Xavier Garcia ha explicado hace poco que pone en marcha su proyecto vinícola más personal, Bodega Marfil, que recoge el espíritu de Alella Vinícola pero con la libertad de crear vinos diferentes y también otros territorios vinícolas.

Un territorio vivo con orígenes y tradición

Pues sí, muy pensado, poder sí que Alella se mueve. La DO celebrará este año su 70.º cumpleaños, pero este es un territorio con 2.000 años de historia vinícola. Es tan grande el peso de la historia, que a veces resulta demasiada fácil caer en la autocomplacencia, del recuerdo de épocas doradas, de miles y miles de botellas que se exportaban en todo el mundo, del esplendor de la cooperativa, de las montañas donde no había casas y todo era viña.

Pero quizás no hay que mirar tanto al pasado. Es fantástico respetar los orígenes y la tradición, no olvidar de donde venimos. Pero la DO Alella, hoy, a 2023, está fuerte, está viva, la salen adelante personas jóvenes, con iniciativa, con empujón, con ideas. Y, sin haberlo buscado, el público lo ha cogido y tiene la percepción (y la certeza) que “Alella se mueve”.

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