El Consejo Interprofesional del Vino de Burdeos (CIVB) anunció recientemente que ha llegado a un acuerdo de financiación con el gobierno francés, que incluye inversiones públicas, para arrancar unas 9.500 hectáreas de viñas como parte de las medidas para reducir la producción y acabar con los excedentes que están poniendo en crisis el sector. Según anunciaron en el Salón de la Agricultura de París, se espera que el total de la inversión sea de más de 50 millones de euros.
La superficie total cultivada se tendría que reducir un 10%
Las cifras oficiales del mismo CIVB ponen la extensión total de viña cultivada en la región de Burdeos en 108.000 hectáreas el 2022, y el ente ya había afirmado anteriormente que, para reducir los problemas asociados a la sobreproducción, habría que reducirlas en aproximadamente un 10%. Para hacerlo, pero, hacía falta una financiación que parece que ahora ha conseguido y que, en total, llegará a 57 millones de euros. De estos, 38 millones tendrían que ser aportados por el gobierno francés, que ya ha confirmado 30, y unos 19 millones de euros más vendrán del mismo CIVB una vez esta medida sea aprobada.
La región confía a superar la crisis
A pesar de este momento de crisis, el CIVB confía que el futuro de la región vitivinícola y de sus bodegas está asegurado y que se podrán adaptar a los cambios. Según los cálculos del Consejo, la producción actual de Burdeos tiene un excedente de 40 millones de botellas, a que hay que añadir más de 30 millones más que son vendidas a precios muy poco beneficiosos para el sector.
Todo ello, además, llega poco después de que el gobierno francés anunciara un plan dotado con 160 millones de euros por destilar el exceso de producción de vino y convertirlo en alcohol industrial, de forma que pueda ser vendido, aunque sea abajo precio, y que deje de ocupar espacio a los almacenes del país, donde suponía un problema añadido a una crisis que afecta gran parte del país.
