Riera Coma Oscura, Alella. Martes a media mañana. Unos ciclistas jubilados se toman unas rebanadas con embutido y una copa de pasa blanca, sentados alrededor de viejas botas que hacen la función de mesa. En la mesa de al lado, un hombre y una mujer vestidos como para trabajar en un despacho charlan y ríen mientras disfrutan de su pausa por almuerzo. Al fondo, dos amantes se miran cómplices mientras simulan ser únicamente amigos y hacen tragos a los respectivos cafés.
Miércoles a mediodía. Ya no hay ningún café a las mesas. Copas de vino de Alella, alguna cerveza y también algún vermut de la casa. Y de manera invariable, en todas partes, un plato con patatas Corominas y Salsalella.
Jueves por la tarde. Parejas, grupos de amigos de 20 años. Y de 40. Y de 60. Toman la copa de vino, las patatas con salsa o los combinados de conservas de pez mientras el local se va llenando hasta que hace el pleno a la hora de la cena.

Porque siempre hay gente. A cualquier hora. A pesar de que la máxima afluencia de público tiene lugar el fin de semana, sobre todo el sábado y el domingo en la hora del vermut, cuando el establecimiento se llena de clientela de tres comarcas que van a hacer el aperitivo en Alella. Y es que comes bien, bono, rápido y económico. Y, encima, el espacio tiene un encanto indiscutible.
Se trata de Can Punito, la nave que había acogido una antigua fábrica textil y que en 1987 empezó una nueva vida transformándose en la Companyia de Alella, un establecimiento con dos espacios diferenciados que todavía se mantienen: una vinatería para comprar víveres selectos y elegir entre centenares de referencias de vino de Alella, de Cataluña, de España y del mundo; y una tasca para disfrutar de buena comida, buen trato y un buen número de vinos a copas. Y las patatas con salsa, por supuesto.
Las patatas Corominas están hechas en Badalona y no puedes discutir con ninguno de sus fans que son las mejores del mundo; la Salsalella es una salsa naranja y tremendamente gustosa nacida hace décadas a la Compañía y que es el acompañamiento perfecto para este producto de aperitivo (y otros muchos!). Es tan buena y tan famosa (y tan necesaria, me atrevería a decir), que incluso tienen los locales de la competencia y los supermercados de la zona.

Local con personalidad y carisma
Pocos establecimientos hay en el Maresme que tengan tanta personalidad, tradición, encanto y carisma. Es punto de encuentro y lugar de goce, es estimado por locales y visitantes porque la Compa, como la llama la gente de Alella, es un atractivo turístico por sí mismo.
Desde hace tres años hay una segunda Companyia de Alella en la plaza de Antoni Pujadas, en la Riera Principal. La misma oferta, el mismo producto, los mismos precios…, todo igual, pero en un local moderno, actual, y decorado con buen gusto. Es la Compa de bajo, por los alellencs. Desde el primer día, disfruta del mismo éxito que “la de arriba”. A una o a la otra, da igual, pero si todavía no has ido…, ¡no sé a qué esperas!




