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Bares y restaurantes recuperan la venta de alcohol tras años de caída

La pandemia fue un golpe fuerte para los bares y los restaurantes. En muchos casos, algunas empresas tuvieron que cerrar y otras aún se están recuperando. Si bien es cierto que la gente regresó rápidamente a sentarse en las terrazas, el último informe de la empresa especializada en el tercer sector IWSR revela que hasta 2024, el consumo de alcohol no ha vuelto a niveles estándar en la restauración mundial. En este sentido, hasta que los países clave no han recuperado este consumo cotidiano, el sector de las bebidas alcohólicas ha pasado por momentos complicados, donde los cambios de tendencia han afectado fuertemente a este mundo. El vino -como cualquier otra bebida mencionada en el informe- también ha sufrido cierta caída en la restauración, aunque poco a poco se recupera. En concreto, los espumosos lideran parte del nuevo aumento, ya que han ganado terreno en los bares de Inglaterra y Francia, donde ya son todo un reclamo para el público.

La desaceleración del consumo en los últimos años, consecuencia de la interrupción de la pandemia, el aumento de los precios y los cambios en el comportamiento de los consumidores, ha obstaculizado los volúmenes totales de la venta de alcohol en bares y restaurantes. Esta es una de las principales conclusiones del estudio, donde se ejemplifica que aunque es muy complicado de contabilizar, parece que el comercio mundial de alcohol en la restauración parece estar recuperándose. De hecho, según la investigación a los consumidores de la empresa IWSR realizada en septiembre de 2024, la incidencia del consumo en los comercios es cada vez mayor: por ejemplo, mientras que el 58% de las personas encuestadas en China en septiembre de 2023 dijo que su última vez que habían consumido una copa de alcohol en un bar o restaurante, este número había aumentado al 64% en septiembre de 2024.

Una dinámica similar también se observó en una serie de mercados clave, incluidos EE.UU. (aumento del 31% al 34%); el Reino Unido (35%-40%); México (34%-40%); Italia (43%-48%); Alemania (27%-33%); y Canadá (19%-24%). Así pues, gracias a estos nuevos datos se puede comprobar que cada vez son más las personas que deciden salir de casa y tomar una copa. «Después de años de incertidumbre, el canal de comercio está mostrando signos de reactivación en los países clave, impulsando una nota muy esperada de optimismo para el mercado mundial de bebidas alcohólicas», explica Richard Halstead, COO Consulting & Consumer Insights.

Imagen de bebidas alcohólicas en la barra de un bar / Pixabay
Imagen de bebidas alcohólicas en la barra de un bar / Pixabay

No obstante, todavía hay cierto misterio sobre el futuro de las bebidas alcohólicas a escala mundial, ya que el consumo de estas continúa a la baja. De esta manera, hay un repunte de consumidores que prefieren pedir una bebida con alcohol en un bar, pero cada vez son menos los que beben en general. «La moderación aún es evidente tanto en el comercio exterior como en el comercio. No obstante, nuestra investigación muestra que la ocasión de salir provoca un mayor gasto y más experimentación«, confirma Halstead. Ante esta obviedad, el estudio también reconoce que cada vez se ve menos, pero mejor. Por lo tanto, no solo están volviendo el alcohol a la restauración, sino que lo está haciendo por la puerta grande, es decir, ligado a un consumidor que prefiere productos premium.

Los espumosos lideran el aumento en el Reino Unido y Francia

Los espumosos se posicionan como la nueva estrella del consumo en bares y restaurantes, especialmente en el Reino Unido y en Francia. Aunque tradicionalmente las bebidas espirituosas y la cerveza han dominado el sector de la hostelería, los vinos con burbujas han ganado protagonismo, impulsados principalmente por los consumidores jóvenes. Este cambio de hábitos podría representar una gran oportunidad para el sector vitivinícola internacional, especialmente en mercados maduros que buscan nuevas experiencias.

El análisis del valor que hace IWSR del comercio revela diferencias claras entre los dos países. En el Reino Unido, el consumo de espumosos se centra especialmente en los segmentos de precio más altos, como los premium. En este mercado, la mayor parte del valor se genera a través de la restauración de gama media y alta, donde los vinos espumosos se perciben como una opción sofisticada pero asequible para celebraciones o encuentros sociales. Esta asociación con el ocio y la calidad ha permitido a los espumosos ganar terreno rápidamente.

En Francia, en cambio, el valor del consumo de espumosos se reparte de manera más equilibrada entre los segmentos estándar y premium. Esto indica una penetración más amplia dentro del mercado francés, donde estos vinos llegan tanto a consumidores cotidianos como a aquellos que buscan productos de alta gama. Esta diversificación favorece una presencia más robusta y estable en el país, y permite a las marcas adaptarse a diferentes tipos de demanda.

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