Calonge podría convertirse en el paraíso de los viñedos desconocidos. El año pasado, la Universitat Rovira i Virgili descubrió que el territorio tenía una singularidad única que lo hacía el escenario perfecto donde cultivar viñedos nunca estudiados. De hecho, en el informe que se presentó se habían llegado a catalogar hasta una quincena de variedades sin identificar. Ahora, un acuerdo entre el ayuntamiento y la Fundació Remença XXI y la Universitat de Girona (UdG) permitirá estudiar y difundir estas variedades de viñedos. En concreto, Calonge les alquilará una viña de una hectárea con un objetivo académico y, sobre todo, la prioridad de proteger las que tienen menos individuos, ya que hay algunas que solo conservan uno o dos pies. A partir de aquí, se explorará qué tipo de uva producen, qué sabores tienen y cómo se adaptan al temido cambio climático.
El grupo de investigación Tecnenol de la Universitat de Rovira i Virgili catalogó quince variedades de viña entre las cepas que había plantadas en Calonge y Sant Antoni. Aunque la mitad de estas plantas ya se habían detectado en otro estudio de unos investigadores de la Universidad de La Rioja, cinco fueron consideradas completamente nuevas y nueve fruto de mestizajes. Esta inédita situación hizo que otras universidades y entidades se interesaran por el territorio y actualmente ya hay propuestas para comenzar a investigar qué variedades autóctonas puede ofrecer el municipio de Calonge.
En concreto, la propuesta que ha aceptado el ayuntamiento es que la UdG y la Fundació Remença XXI alquilen un terreno de unos 12.000 metros cuadrados. En esta extensión de terrenos se cultivarán las quince nuevas variedades que se han registrado en Calonge para estudiar qué cualidades tienen. El objetivo es combinar el trabajo entre la experiencia de la agricultura y la sabiduría popular que aportará la fundación con las herramientas vanguardistas del mundo académico de la UdG. La universidad, además, llevará algunas de las variedades al laboratorio para garantizar su conservación y, si es posible, reproducirlas para trasladarlas a la viña alquilada de Calonge. En definitiva, un trabajo en equipo que busca lograr una investigación rigurosa de estas nuevas variedades, ya que hasta ahora no hay ningún tipo de bibliografía de ellas. Además, también se analizará qué tipo de uva produce, qué sabor tiene, qué adaptación presenta al cambio climático, entre otros aspectos.

Un municipio especial
Calonge tiene una gran tradición agrícola y viticultora. De hecho, desde el mismo municipio argumentan que esta variedad de plantas se debe a la transmisión de costumbres entre generaciones que ha habido en el cultivo de la viña en la zona a lo largo de todos estos años. Aseguran que hay una «auténtica arca de Noé» en referencia a la variedad de viñedos y cepas plantadas. De hecho, el análisis genético de este estudio certificó que había 52 variedades diferentes y de estas se hizo el hallazgo de la quincena de variedades que no estaban catalogadas en ninguna base de datos a la que la comunidad científica tenga acceso.
La investigación en viñedos no es una iniciativa ajena al ayuntamiento del municipio. Sin embargo, también se han puesto en marcha para poder profundizar en estas investigaciones sobre el territorio. Así, Calonge avanza con la mejora del Centro de Interpretación del Vino. Se ubica en el Centro Cultural Colònica, en la antigua escuela de las Carmelitas que había en la calle Mayor. Actualmente, ya hay una exposición permanente sobre el vino que se hace en el municipio y a lo largo de este 2025 se hará una sala inmersiva con proyecciones. La siguiente fase de las obras se concentrará en la parte alta del edificio y habrá una sala de conferencias, un aula de cocina y cuatro espacios de formación.