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Catalunya dirige su mirada a China para reforzar el valor de su vino

El sector vitivinícola catalán vive un momento agridulce. La caída del consumo mundial, los cambios de tendencias y las crisis geopolíticas han evidenciado, con más fuerza que nunca, la necesidad de que las bodegas amplíen su abanico de mercados exteriores. Sin embargo, la diversificación no es una respuesta improvisada: hace años que el Gobierno la impulsa como objetivo estratégico, con acciones sostenidas para abrir puertas a nuevos países y consolidar la presencia internacional de los vinos catalanes. En este camino, China ha sido tradicionalmente uno de los mercados más interesantes para la administración. Con los años, el país ha logrado estabilizar su economía al alza y cada vez hay más interés en los vinos de Cataluña. Desde el Gobierno se ve a China como un mercado a potenciar y con el brazo ejecutor de Prodeca, se han abierto diversas acciones para transmitir a los consumidores chinos todo lo que engloban los vinos catalanes: calidad, historia y paisaje.

China es una opción a medio y largo plazo en el segmento selecto de vinos y si «se actúa con prudencia», a juicio de Prodeca, hay una posibilidad real de ganar cuota de mercado, ya que el país asiático es cada vez más receptivo a la calidad y la diversidad vitivinícola. Ahora bien, desde una perspectiva estratégica, el momento actual «no es para expandir sino para consolidar la marca, mantener la presencia y reforzar el relato», asegura Prodeca, que añade que «el objetivo es asegurar que, cuando el mercado se recupere, los vinos catalanes continúen gozando de reconocimiento y posicionamiento». Así pues, la apuesta se centra en la promoción y visibilidad de la marca Cataluña y de las bodegas que ya operan en el mercado, con acciones orientadas a público profesional para preparar el terreno para el futuro. Entre las iniciativas prioritarias destacan: Masterclass y catas profesionales, showrooms B2B, misiones inversas a Cataluña y participación catalana en ferias especializadas.

Sin duda, sin embargo, algunas de las acciones que más repercusión tienen en el sector vitivinícola y que consolidan la marca de los vinos catalanes en China es la participación en el Grand Tasting Shanghai y en la ProWine Shanghai 2025. Las dos citas de referencia han reunido a una veintena de bodegas y han reforzado el posicionamiento internacional del sector. Prodeca ha impulsado esta promoción en el marco del proyecto europeo Taste the Difference (TTD.EU), con catas, masterclass y acciones profesionales. El Grand Tasting, celebrado el 10 de noviembre en el Jing An Shangri-La, ha combinado showroom B2B, catas guiadas y una conferencia de prensa, e incluyó dos masterclass dedicadas a la diversidad de los vinos catalanes con la participación de 17 bodegas. Paralelamente, del 12 al 14 de noviembre, Cataluña estuvo presente en la ProWine Shanghai con un espacio de 84 metros cuadrados y 13 bodegas, acompañados de actividades formativas y catas temáticas que destacan la personalidad de los vinos con indicación geográfica. Prodeca además, confirma que próximamente estará en otra feria emblemática del gigante asiático: la SIAL Shanghai. Toda una declaración de intenciones que demuestra que los vinos catalanes aún pueden tener mucho recorrido en China.

La revalorización creciente de los vinos catalanes

Actualmente, el gigante asiático es el 16º mercado de destino del vino catalán. A pesar de que las exportaciones al país han caído en los últimos cinco años, la evolución del precio parece estar alcanzando cierta estabilidad, tal como apuntan las cifras de Prodeca. En este sentido, los datos de ventas al extranjero muestran que, a pesar de la caída del valor total de los vinos catalanes en China, el precio medio por litro ha aumentado de manera sostenida. El ratio era de 2,05 €/kg en 2020, un período marcado por un incremento del volumen exportado que reduce el precio medio. A partir de ese año, sin embargo, se inicia una recuperación: el ratio sube a 2,29 €/kg en 2023 y da un salto significativo en 2024, cuando llega a 4,19 €/kg gracias a una fuerte reducción de volumen que no se traduce en una caída proporcional del valor. Las perspectivas para 2025, confirman que la tendencia continuará al alza. En concreto, se espera un nuevo incremento hasta los 4,37 €/kg, aunque el volumen sigue disminuyendo.

Imagen de una cata de Prodeca en China (Taste the Diference) / Cedida
Imagen de una cata de Prodeca en China (Taste the Diference) / Cedida

Esta evolución se refleja también por segmentos. El vino de mesa pasa de 1,98 €/kg en 2020 a más de 4,30 €/kg en 2025, mientras que el espumoso mantiene un ratio alto y creciente, de 3,50 a 4,55 €/kg. Los espumosos muestran un incremento notable, pasando de 3,77 €/kg en 2020 a 4,80 €/kg en 2025, y el vermut, después de llegar a 3,41 €/kg en 2020, registra ligeras bajadas hasta los 2,74 €/kg de 2025. En conjunto, las cifras indican un desplazamiento progresivo de un modelo basado en volumen (2014–2020) hacia un modelo orientado al valor (2023–2025), con un peso creciente de los productos con mayor precio medio, liderado por una clara preferencia de los consumidores chinos por las burbujas.

La efervescencia de las burbujas catalanas

Si bien es cierto que los espumosos no aglutinan la mayor parte de las ventas, la realidad es que están triunfando en todo el mundo. Para los consumidores chinos, el consumo de vino se relaciona con un mejor nivel de vida, especialmente entre las clases medias emergentes. En este contexto, el vino espumoso destaca como el producto vitivinícola más dinámico. Aunque representa todavía una parte pequeña de las ventas globales, su volumen y valor muestran tasas de crecimiento superiores a las del resto de categorías. Este tipo de vino se consume sobre todo en bares y restaurantes de gama alta, así como en fiestas, y es especialmente adquirido por los jóvenes. Además, las nuevas tendencias de mercado globales abrazan los espumosos como una bebida predilecta, al ser un vino mucho más fresco y vivo, capaz de captar la atención de las nuevas generaciones, que huyen cada vez más de vinos con más cuerpo, como pueden ser los tintos. Paralelamente, Prodeca también detecta un aumento sostenido en el número de marcas de espumoso disponibles en el mercado chino, lo que evidencia el interés de las bodegas con los consumidores chinos.

Según las previsiones para los próximos cuatro años, proporcionadas por Euromonitor International Ltd, el vino espumoso experimentará un fuerte repunte, con un crecimiento estimado del 47% en valor y del 24% en volumen. La evidente distancia entre el precio y la cantidad de líquido demuestra el potencial de las burbujas para crecer en valor, lo que las hace más selectas y exclusivas. Aunque no sea el crecimiento más destacado, del vino tranquilo se espera una disminución del 6,5% en volumen, pero también un incremento del 8,4% en valor. Ambos datos reflejan una tendencia creciente de valorización del vino por parte de los consumidores, con un enfoque en la calidad más que en la cantidad. En el caso de China, además, se prevé que el precio medio unitario de compra se incremente un 11,3% durante los próximos cuatro años, reforzando esta dinámica de valorización del producto.

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