La fórmula es sencilla. Se trata de un sistema que funciona, que funciona muy bien desde hace años, y solo hay que irlo actualizando. Noches de verano; restaurantes locales y su oferta gastronómica; vinos de la DO Alella; entorno agradable y música en directo. Y ya lo tenemos: éxito asegurado. Y en Cabrils lo saben bien, ya que su Muestra Gastronómica lleva 36 años reuniendo grupos de amigos y familias durante cuatro noches para disfrutar del evento. Este pasado fin de semana (de viernes a lunes), miles de personas (de Cabrils y de los municipios vecinos, pero también muchas provenientes de varios rincones del país) han vuelto a convertir la Muestra en un éxito de participación.

Los restaurantes locales han mostrado su alto nivel haciendo buena la calificación que tiene Cabrils de Villa Gastronómica. Y los vinos de la DO Alella han acompañado de maravilla las propuestas de restauración. Han tenido estand en la feria Testuan (el proyecto que ya hace 15 años puso a Cabrils en el mapa de la DO Alella) y Artiga (los vinos de Ramón González que homenajean a su padre). Y, no podía ser de otra manera, la Vi Truck de la Tierra de la Pansa Blanca (el remolque-puestecito de vinos DO Alella que gestiona el Consorcio de Enoturismo del territorio) garantizó la diversidad con la presencia de vinos de media docena de bodegas más en la Muestra Gastronómica.

Este año, la invitada de honor fue Carme Ruscalleda quien, micrófono en mano y fiel a su discurso habitual, hizo una defensa del producto de proximidad y elogió la calidad de los productos que se cultivan y elaboran en el Maresme.




