El calorcito ya está aquí. Disfrutemos, ahora que es calorcito, no sea que en pocas semanas se convierta en demasiado calor y empecemos a maldecirla. El caso es que, con la llegada del buen tiempo, igual que tenemos ganas de salir, de playa, de piscina, de conciertos y de noches a la fresca… también tenemos ganas de ciertas tipologías de vino. Vinos frescos, alegres, fáciles, que inviten a beber y brindar. Hoy os recomendamos cinco de la Denominación de Origen Alella que se ajustan a esta descripción y que estamos convencidos de que os harán disfrutar este verano.
La Murtra (Vall de Belén)
Rabiosa novedad. Apenas las primeras botellas empiezan a llegar al mercado. Se trata de la única malvasía del territorio DO Alella, un vino del proyecto Vall de Betlem que ha recuperado la viña en torno al monasterio de Sant Jeroni del Murtra, en Badalona. Diferente a todo.

Can Matons Pansa Blanca
No hace muchos años que esta marca existe, pero ya se convirtió en un clásico. Es pansa total, uno de los vinos de Alella por excelencia. Fresco, salino, agradable, de tacto cremoso en la boca… es una magnífica copa por sí sola, pero también un excelente acompañante para infinidad de platos que consumimos en verano.

Aus Rosé Pét Nat (Celler de les Aus)
Porque nada hace más verano que un rosado y nada hace más fiesta que unas burbujas. Y ahora que las burbujas ancestrales están de moda, os proponemos este Pét Nat del Celler de las Aves (Alta Alella), elaborado con la variedad Mataró. Más fresco, más local y más divertido, ¡no puede ser!
So de Masia Can Roda Pansa Blanca Moscatell gra petit Chardonnay
Por favor dejad a un lado los

Foranell Picapoll Espumoso (Quim Batlle)
Sí, pica algo más de precio que los otros, pero también es novedad y está de escándalo. El único picapoll espumoso de la DO Alella (y de los pocos del país). De larga crianza (es un 2019), es un vino muy gastronómico que os acompañará bien cualquier plato. También acompañaría platos de invierno, sí, ¡pero es un señor vino y merece la pena probarlo!