La vendimia de este 2025 podría ser la primera buena cosecha tras años de sequía. Aunque todavía es pronto para hablar de cifras, todos los expertos y viticultores aseguran que la normalidad estaría garantizada. En concreto en Cataluña, aún no hay una gran cantidad de zonas que han comenzado a cosechar la uva, pero se espera que en las próximas semanas y meses más bodegas inicien la recolección de la fruta. En este sentido, no se espera una producción altísima, pero sí lo suficientemente buena para respirar más tranquilos. Por otro lado, la calidad de la uva va en aumento, lo que supone un muy buen punto de partida para elaborar el vino. Sin embargo, el precio de la uva aún es un misterio. Si bien es cierto que algunas bodegas ya han puesto sobre la mesa los precios, todavía hay mucha incertidumbre alrededor de esta cuestión tan importante para los agricultores. Así pues, mientras se celebra la posible luz al final del túnel y las buenas perspectivas en términos de calidad de la fruta, los agricultores esperan pacientemente que el precio no caiga de manera desmesurada.
«Se trata de volver a encontrar el equilibrio para que todos puedan ganarse la vida», explica a Vadevi Eugeni Llos, presidente de la Asociación Vinícola Catalana (AVC). El experto recuerda que durante los años de sequía los precios de la uva aumentaron exponencialmente, lo que aún encareció los costos de producción del vino para algunas bodegas. Ante las previsiones de buena producción, Llos confía en que los precios se estabilicen, pero también asegura que deben hacerlo al alza, es decir, que no se reduzcan hasta el punto de que los agricultores no puedan obtener beneficios de sus viñedos. «Debemos llegar a una normalización de precios donde bodegas y agricultores puedan trabajar correctamente», reconoce el presidente de la AVC.
No es ningún secreto que el precio de la uva es una parte esencial de la vendimia y, por lo tanto, la tabla de precios se convierte en una prioridad a negociar. Cabe recordar, además, que muchas bodegas de Cataluña compran la uva a terceros, agricultores que cultivan dentro del mismo territorio y con los cuales hay una relación anual. Algunas bodegas tienen contratos ya cerrados que se acuerdan para no hacer variar los precios dependiendo de la vendimia, pero en la gran mayoría de casos funciona por oferta-demanda. Este año, solo Raventós Codorníu ha anunciado el precio por el que comprará la uva a sus viticultores, una situación que tensa la vendimia, ya que complica mucho la supervivencia del sector no saber a qué precio se comprará la fruta cultivada. «Hacía años que no había tanta incertidumbre«, lamenta David Sendra, responsable del vino y la viña de Unió de Pagesos. Él mismo afirma que los agricultores deberían saber «hasta 15 días antes de comenzar a vendimiar» lo que podrán pedir por su uva para tener una previsión del beneficio que obtendrán durante la cosecha de la fruta.
A pesar de la falta de conocimiento de la tabla de precios, Sendra confirma que si la tendencia es asimilarse a las proyecciones de Raventós Codorníu –0,70 euros el kilo– «los agricultores no tendrán quejas». Sin embargo, en caso de que el promedio quede por debajo de estas cifras, «nosotros actuaremos en consecuencia desde Unió de Pagesos», aclara el responsable del Vino y la Viña de la patronal. Este hipotético promedio que ha marcado el anuncio de Raventós Codorníu también es aceptado por el presidente de la Asociación Vinícola de Cataluña quien, sin mencionar nombres de bodegas, argumenta que el precio no puede llegar a los mínimos de hace unos años, pero tampoco a los máximos de la época de la sequía. En este sentido, Llos reconoce las tensiones que hay cada año respecto a este tema, pero añade que «los rumores dicen que los precios se encuentran en la escala correcta, aunque no se hayan anunciado».

Producción «normal» de calidad «excepcional»
La vendimia 2025 podría ser todo un éxito. Los diversos expertos consultados por este diario coinciden en confirmar que las perspectivas son muy optimistas en términos de producción, aunque nadie se quiere mojar dando cifras exactas. De esta manera, Roc Gramona, director técnico de la bodega Gramona -una de las primeras bodegas catalanas en comenzar a vendimiar- reconoce que en su caso la producción aumentará entre un 20% y un 25%. Estos datos llevan al director técnico a definir la cosecha de este año como «una vendimia tranquila y relativamente normal». Una opinión que también comparte Joaquim Tosas, director de la bodega Sumarroca y presidente de la AECAVA. Según las predicciones que hace el experto, dada la variedad de territorios y tipologías de uva que hay en Cataluña, «podría aumentar entre un 15% y un 25% la producción«. En su caso, Sumarroca comenzó la vendimia con la variedad Chardonnay a principios de esta primera semana de agosto.
En cuanto a la calidad, los expertos y bodegueros reconocen que todo apunta a una cosecha excepcional. Tosas recuerda en una conversación con Vadevi que ni el mildiu ni el mosquito verde, las dos grandes preocupaciones para la cosecha de este año, han terminado causando estragos de manera generalizada. En este sentido, la fruta ha comenzado a vendimiarse en un buen punto de maduración y Gramona reitera que todo indica que «la calidad será inmejorable en nuestro caso». Ahora bien, el director técnico de Gramona añade que durante años la polilla de la uva, una enfermedad que induce a la podredumbre de la fruta, no había dado problemas y este año ha habido un repunte: «Parece que nos hemos confiado un poco y podría ser un conflicto», expresa Gramona, quien admite, no obstante, que «no es un problema significativo».
La nueva era del cambio climático
«El cambio climático ha venido para quedarse», reflexiona el presidente de la Asociación Vinícola Catalana. Una opinión que también comparten los otros expertos consultados, quienes se atreven a expresar que esta sequía de tres años «no será la última que veamos», dice Llos. De esta manera, el sector vitivinícola se prepara para la próxima crisis climática y lo hace desde la certeza prácticamente absoluta de que todo volverá a pasar. Por este motivo, el presidente de la AECAVA recuerda que es necesario mantener la inversión en infraestructuras e innovación que ayuden a paliar los efectos de un cambio climático que afecta de lleno a la agricultura catalana. «Es imprescindible invertir para asegurar la supervivencia del sector», recalca Tosas. Sea como sea, el mundo del vino está preparado para una posible nueva ola de malas cosechas, pero se centra en la vendimia de este año, que -si no hay grandes cambios- apunta a ser la mejor de los últimos cuatro años.