Corpinnat continúa creciendo. La marca colectiva europea integra a Demost, un microbodega catalana que acaba de convertirse en la 17ª de esta larga lista de empresas vitivinícolas del Penedès que elaboran espumosos catalanes. Demost es un proyecto pequeño, pero con muchísima ambición. Pep Bages, el propietario de la bodega, es hijo de una familia campesina de toda la vida y muy cerca de Gelida tiene sus parcelas, desde donde ahora elabora espumosos bajo la marca Corpinnat. Según ha explicado el grupo de bodegas en un comunicado este lunes, con esta incorporación «ratifica su apuesta abierta e integradora con el objetivo de vertebrar un sector que no solo lucha por sí mismo sino que incorpora la defensa del paisaje, el sostenimiento de la agricultura y, en definitiva, la identidad de unos vinos y de un territorio«.
Bajo el lema Vinos con alma, Bages se une a Corpinnat con ganas de continuar con su compromiso con la tierra y las viñas que siempre había cultivado su padre. Él mismo afirmaba en una entrevista con Vadevi pocos meses antes de este anuncio que el camino hacia la elaboración de vino no fue fácil, pero «no se rindió». Actualmente, el microbodega aún no comercializa sus botellas, pero después de pasar todas las auditorías, lo hará bajo Corpinnat. De esta manera, Demost compartirá cartel con las otras dieciséis bodegas que ya forman parte de la marca colectiva europea: Gramona, Llopart, Nadal, Recaredo, Sabaté i Coca, Torelló, Huguet de Can Feixes, Júlia Bernet, Mas Candí, Can Descregut, Pardas, Bufadors, Cisteller, Viader, Mas de la Basserola y Celler Kripta.
Una apuesta por la calidad
Desde su nacimiento el 10 de abril de 2018 hasta la actualidad, Corpinnat mantiene uno de los reglamentos más exigentes del mundo en rigor y calidad (100% de uva ecológica, vendimias manuales, vinificación íntegra en la propiedad, largas crianzas, entre otros). Ya son prácticamente una veintena las bodegas que han decidido entrar en la marca colectiva y unirse a la revolución de los espumosos del Penedès. Demost llega a Corpinnat después de la vendimia de este año, que han realizado a mano entre los miembros de la familia de Bages. Para Demost, este podría ser el billete de entrada a las grandes ligas de espumosos catalanes, una meta prácticamente histórica para un microbodega como esta. Sin embargo, no solo Bages se beneficia de esta unión. Tal y como reconoce la marca colectiva, «con una producción limitada y cuidada, sus vinos no son solo espumosos ecológicos, sino también una expresión sincera del oficio y de la relación profunda con el territorio».
