En los últimos años, la venta de vino por internet ha experimentado un crecimiento notable, impulsado por factores como la digitalización y los cambios en los hábitos de consumo. Esta tendencia, además, se aceleró con el inicio de las restricciones derivadas de la pandemia de la Covid-19. Actualmente, la apuesta por el mundo digital es aún mayor y muchas empresas vitivinícolas no conciben su gestión y comunicación sin la venta en línea.
En el estado español, donde hay una rica tradición vitivinícola, la venta de vino por internet ha experimentado un crecimiento significativo. Según el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) -ahora, la Interprofesional del Vino de España (OIVE)-, las ventas en línea aumentaron un 15% en 2023, representando el 8% del total de las ventas de vino en el país. Este crecimiento se ha visto impulsado por la digitalización de las bodegas y la proliferación de plataformas especializadas en la venta de vino.
Un ejemplo de este crecimiento es Decántalo, una de las tiendas en línea más importantes del país. Según su cofundador, Héctor Pla, «en 2024, en el mercado español hemos tenido un crecimiento del 12,5% respecto al año anterior.» Este dato confirma que la tendencia de crecimiento no es puntual sino sostenida y que cada vez más consumidores confían en las tiendas en línea para adquirir sus vinos preferidos.
Este incremento del 12,5% refleja la adaptación de las empresas del sector al canal digital, con una oferta más accesible y una experiencia de compra mejorada para los consumidores. Plataformas como Decántalo han potenciado estrategias de fidelización, recomendaciones personalizadas y servicios logísticos más eficientes para consolidar su posición en el mercado. Además, esta expansión ha permitido llegar a nuevos segmentos de público que antes no compraban vino en línea, ampliando así el mercado potencial.
Perfil del consumidor en línea
El consumidor de vino en línea suele ser una persona de entre 30 y 50 años, con un nivel adquisitivo medio-alto y familiarizada con las nuevas tecnologías. Estos consumidores valoran la comodidad de recibir el producto a domicilio, el amplio catálogo disponible y la posibilidad de comparar precios y características de manera rápida y sencilla.
También se observa un incremento en la compra de vino por internet entre los jóvenes, especialmente aquellos que se interesan por vinos naturales, ecológicos y de pequeños productores. Teniendo en cuenta el auge de los compradores juveniles, muchas bodegas ya han comenzado a adaptar sus estrategias para llegar a ellos con campañas en las redes sociales y experiencias de compra interactivas. Esta tendencia se ha visto reforzada por el papel de los influencers y sommeliers creadores de contenido, que recomiendan vinos a través de plataformas como Instagram y TikTok, fomentando así la compra en línea.

Ventajas y retos del comercio electrónico de vino
Entre las ventajas de la venta de vino en línea se encuentran la posibilidad de llegar a un público más amplio, la reducción de costos operativos y la capacidad de ofrecer una atención personalizada mediante recomendaciones basadas en las preferencias del cliente. No obstante, también enfrenta retos como la logística del envío, especialmente en zonas rurales, la necesidad de garantizar la calidad del producto durante el transporte y la competencia con grandes distribuidores.
Otro aspecto clave es la legislación sobre la venta de alcohol en línea, que puede variar según el país o incluso dentro de una misma región. La regulación de edades, las restricciones de transporte internacional y las normativas sobre etiquetado son elementos que las empresas deben gestionar de manera eficiente para asegurarse el éxito en el sector. Además, el papel de la sostenibilidad comienza a ser clave, con muchas plataformas apostando por embalajes ecológicos y prácticas logísticas más respetuosas con el medio ambiente.
Perspectivas de futuro
Las previsiones apuntan a un crecimiento continuado de la venta de vino por internet en los próximos años. La incorporación de tecnologías como la inteligencia artificial para ofrecer recomendaciones personalizadas, el uso de realidad aumentada para mejorar la experiencia de compra y la integración de servicios de suscripción son algunas de las tendencias que se prevén en el sector.
También se prevé que el mercado se expanda en el ámbito internacional, con empresas que buscan exportar sus vinos a nuevos mercados a través de canales digitales. Esto podría abrir nuevas oportunidades para las bodegas pequeñas y medianas, que pueden acceder a un público global sin necesidad de intermediarios tradicionales. Al mismo tiempo, la consolidación de las grandes plataformas de venta en línea podría llevar a una mayor profesionalización del sector, con estrategias de marketing digital más sofisticadas y una competencia más intensa.
El comercio electrónico de vino no es una moda pasajera sino una evolución natural del sector. Las empresas que sepan adaptarse a este nuevo escenario y aprovechar las herramientas digitales para conectar con sus clientes tendrán más oportunidades de éxito en el futuro.