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Brasil se abre como nuevo destino para los vinos catalanes

Cataluña es un país con un sector vitivinícola con la mirada puesta en el exterior. Más allá de querer que todos los catalanes consuman vinos del territorio, también hay una gran apuesta para que los extranjeros conozcan y beban vinos de Cataluña. Tanto las bodegas como la administración pública -a través de Prodeca– están constantemente en la búsqueda de nuevos mercados donde vender vinos catalanes, sin perder de vista el mantenimiento en aquellos países donde ya hay cierto público interesado. En este contexto, Brasil se alza como uno de los posibles territorios donde los vinos catalanes tienen cabida. Con una población urbana y joven, el país demuestra cierto interés por el consumo de vino y vermuts de Cataluña. Un interés que gracias a las iniciativas públicas crece cada vez más.

Prodeca organizó el pasado noviembre en São Paulo una nueva edición del Catalan Wines Experience. Esta iniciativa estaba diseñada para facilitar la entrada de bodegas catalanas al mercado brasileño. En este sentido, el órgano público se convierte en un puente entre distribuidores extranjeros y bodegueros catalanes y crea espacios donde se puede dar a conocer todo lo que el sector vitivinícola catalán puede ofrecer. El objetivo de la jornada no fue otro que poner en contacto directo ocho bodegas sin presencia comercial en el país con importadores y profesionales de primer nivel, en un mercado que «ya es uno de los destinos con más potencial para el vino catalán», reconoce la entidad. Esta acción es el punto de partida de un ciclo de tres meses de presentación y seguimiento con importadores, con el objetivo de lograr que el máximo de bodegas cierren acuerdos de entrada al mercado.

Las bodegas participantes fueron Mas Blanch i Jové, De Muller, Mata i Coloma, Celler Cal Pla, Celler Vall Llach, Bodegas Aessir, Albet i Noya y Coca i Fitó, a las cuales se sumó la bodega Josep Foraster a través de su importador en Brasil. La actividad combinó una clase magistral impartida por el sommelier Felipe Schmid -donde cada bodega presentaba una referencia que ellos mismos habían escogido- y un walk-around tasting abierto a profesionales, con una segunda referencia disponible para libre degustación. Para complementar las catas, durante la sesión, los asistentes recibieron información de posicionamiento comercial de las marcas y orientación para la distribución en el país. En total, una cincuentena de profesionales registrados, repartidos entre importadores, sommeliers, prensa especializada y comerciantes pudieron adentrarse en el sector vitivinícola catalán a través de las ocho bodegas. La buena acogida de la iniciativa se refleja en este medio centenar de personas, las cuales demostraron que Brasil tiene un interés creciente en los vinos europeos de calidad, entre ellos el catalán.

Un mercado con potencial

Brasil es un mercado interesante para los vinos catalanes por diversos motivos. Con una población de unos 213 millones de habitantes estimada para 2025, Brasil es la nación más poblada de Latinoamérica y ocupa un lugar central entre las economías de renta media-alta. En el ámbito comercial, Brasil mantiene una posición fuerte como exportador de productos agroalimentarios, pero también es un mercado de importación creciente para alimentos y bebidas de valor agregado. En 2024, las importaciones de estos productos crecieron especialmente en categorías como vinos, aceites de oliva, quesos y especialidades gourmet. En este sentido, se convierte en un mercado muy clave al otro lado del océano para cualquiera de los productos agroalimentarios catalanes.

Imatge de la Catalan Wine Experience a Sao Paulo / Cedida
Imagen de la Catalan Wine Experience en Sao Paulo / Cedida

Analizando las cifras del vino en concreto, el consumo crece especialmente en segmentos premium, blancos y espumosos, con un aumento del 28% en vinos blancos y del 10% en espumosos para 2025, según se desprende del informe Tendencias del vino en Brasil, elaborado por Prodeca. Las importaciones de vino han aumentado un 14% en valor entre 2022 y 2024, posicionando al país como un gran comprador neto de vino de calidad y con predisposición a nuevas marcas europeas. Paralelamente, el consumidor brasileño es mayoritariamente urbano y joven, ya que la edad media de la población es de 35 años. Esta situación hace que en muchos casos el interés del consumidor al comprar vinos esté ligado a su calidad, pero también a la sostenibilidad y exotismo de los productos mediterráneos. Los vinos catalanes tienen una matrícula de honor en estas cualidades, lo que los convierte en un producto con potencial.

Anticiparse a la oportunidad

Los aranceles a los vinos europeos que impuso Trump fueron un golpe duro para todo el sector del vino, pero también aceleraron procesos desde las instituciones europeas. En este sentido, el acuerdo UE-Mercosur, una iniciativa que busca un libre mercado entre Europa y Paraguay, Uruguay, Argentina y Brasil, resurgió como una posible fuente de diversificación de negocio. A pesar de que desde Cataluña ya se tenía interés en el mercado brasileño, este acuerdo podría hacer aún más sencillas las relaciones comerciales con el país. En este contexto, el Catalan Wines Experience refuerza la presencia de Cataluña en Brasil como una estrategia para anticipar las oportunidades que puede generar la futura reducción de aranceles prevista en el acuerdo UE–Mercosur. «Una apuesta estratégica para posicionar el vino catalán en un mercado en crecimiento y de alta competencia», concluye la entidad.

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