El consumo de vino en el Estado sigue creciendo. Al final de 2024, ya se podía vislumbrar que el elaborado estaba en alza a escala nacional, una tendencia que ahora se ha trasladado a 2025, donde al terminar enero, el consumo de vino ha aumentado un 2%, hasta los 9,9 millones de hectolitros. Según los datos del INFOVI, esta estimación de consumo crece en unos 191.400 hl, en comparación con los mismos datos del año anterior, lo que podría indicar que cada vez hay más españoles dispuestos a consumir vino del territorio. De hecho, desde el interanual a noviembre de 2023, solo ha caído el consumo en el interanual septiembre 2024 (-0,1%), aumentando el resto de los meses. Tal como indican los datos de este año, Cataluña representa alrededor del 10,3%, el segundo porcentaje más alto en volumen. Además, es uno de los tres territorios con más ventas de vino dentro de España, y junto con Castilla-La Mancha y La Rioja, suman casi el 60% de las ventas totales. Con 1,06 millones de hectolitros vendidos, los vinos catalanes tienen un gran éxito, especialmente dentro de la misma región, pero también a nivel nacional.
El aumento del consumo de vino en el estado español es el resultado de varios cambios en las cifras de producción y existencias, así como la caída de las exportaciones. En este sentido, del informe se desprende la conclusión de que no es solo una causa directamente ligada al crecimiento del consumo de este elaborado por parte del consumidor, sino que han variado las existencias así como las salidas de vino para otras elaboraciones. Con todo, se ha creado una tormenta perfecta que continúa haciendo crecer la cifra de consumo este 2025. En líneas generales, el informe del INFOVI asegura que aumenta la producción de vino (+9,6%), hasta los 31 millones de hectolitros y se reducen un 2,6% las existencias finales de vino hasta los 44,5 millones de hl. La estimación de consumo nacional de vino gana un 2% respecto al interanual de enero de 2024, situándose en los 9,9 millones de hectolitros. Además, según los datos que aporta el estudio, extraídos de la Agencia Tributaria (AEAT), también en enero de 2025, el estado español redujo un 9,7% el volumen de vino exportado, pero aumentó un 1,3% su facturación.
La producción es uno de los pilares esenciales del aumento del consumo, ya que la ampliación del número de botellas que se elaboran, puede ser decisiva a la hora de ser consumidas. En otras palabras, si hay más producción, es más probable que el consumidor tenga más producto para elegir y las bodegas puedan vender más. Si bien es cierto que en los últimos tres años la sequía ha marcado el descenso de la producción, parece que este año la predicción de los expertos es más optimista y así lo confirman los datos. Según el estudio, durante la primera mitad de la campaña 2024/25, la producción se sitúa en los 31 millones de hectolitros, cifra un 9,6% superior a la registrada en el mismo período de la campaña anterior, que se traduce en 2,7 millones de hl más. Así, aunque apenas hubo producción en el mes de enero (11.843 hectolitros), la tendencia es positiva.
En cuanto al desglose de los datos del último período de la campaña 2024/2025, en estos 31 millones de hectolitros se incluye la producción de los productores de menos de 1.000 hl que, según la declaración ampliada del pasado mes de noviembre de 2024, llegaba hasta los 550.362 hl. También aumentaba de manera considerable la producción de mosto que fue de 5,7 millones de hectolitros, frente a los 3,7 millones de hl de la campaña anterior (+56,1%). Este último también ha tenido un buen comportamiento el primer mes del año, con un crecimiento del 14,9% de la producción, hasta alcanzar los 36,8 millones de hectolitros. Por colores, teniendo en cuenta la producción de los productores de más de 1.000 hectolitros, 12,6 millones de hectolitros corresponden a vinos tintos y rosados (-1,8%) y los 17,9 millones restantes, a vinos blancos (+20,3%).

Reducción de las existencias en almacenes y bodegas
El otro gran rasgo que demuestra el aumento del consumo es la liquidación de las existencias en bodegas y almacenes. Según los datos del estudio del INFOVI también se reducen de manera moderada las botellas de vino y mosto en manos de productores. En concreto, caen un 0,8% hasta los 49,78 millones de hectolitros. Si se tiene en cuenta la media de las cinco últimas campañas, que es de 55,2 millones de hectolitros, las existencias finales de vino y mosto el 31 de enero de 2025, son un 9,8% inferiores. De estos 49,78 millones, 44,5 millones de hectolitros corresponden a existencias finales de vino (-2,6% o 1,19 millones de hl) y 5,27 millones de hl, a mosto sin concentrar (17,5% o 0,78 millones de hl). En cuanto a los territorios del Estado, Castilla-La Mancha se mantiene con el mayor número de existencias finales, alcanzando los 20,7 millones de hl (42%), seguida de La Rioja, con 5,5 millones de hectolitros y finalmente Cataluña, con 5 millones de hectolitros.
Según los colores, de las existencias finales de vino al final de campaña, que sumaron un total de 44,5 millones de hectolitros en manos de productores con menos de 1.000 hectolitros y de almacenadores, se observó una distribución notable entre los diferentes tipos de vino. De esta cantidad, 24,7 millones de hectolitros corresponden a vinos tintos y rosados, que experimentaron una caída del 10,7% respecto al año anterior. En cambio, los vinos blancos sumaron 19,8 millones de hectolitros, con un aumento del 9,9%, destacándose por su buena evolución a lo largo de la campaña. En cuanto al mosto sin concentrar, las existencias también mostraron tendencias diversas: los mostos negros y rosados alcanzaron los 1,2 millones de hectolitros, con un aumento del 43,6%. Por otro lado, los mostos blancos se situaron en 4 millones de hectolitros, con un incremento más moderado del 11,3%.
Disminuye el vino para otros usos
En enero de 2025, la cantidad de vino destinada a destilación disminuyó un 4,3% respecto al mismo mes del año anterior, situándose en 77.784 hectolitros, lo que representa una reducción de 3.478 hectolitros. En cambio, el vino destinado a vinagrera experimentó un crecimiento notable del 24%, alcanzando los 30.657 hectolitros, es decir, 5.908 hectolitros más que en el mismo mes de 2024. En la primera mitad de la campaña 2024/25, los destinados a procesos de destilación fueron 699.668 hectolitros, una caída del 14,3% que equivale a una reducción de 116.879 hectolitros en comparación con el mismo período de la campaña anterior. Esta bajada se explica principalmente por el descenso en la destinación del vino a la destilería, que disminuyó un 17,8%, hasta los 557.115 hectolitros. Por otro lado, el vino destinado a vinagrera tuvo una subida más moderada del 2,6%, alcanzando los 142.553 hectolitros, es decir, 3.551 hectolitros más que en la primera mitad de la campaña pasada.



