Hace algunas semanas, la presentación pública del estudio Wine Travel Observer evidenció que las experiencias enoturísticas ofrecidas por las bodegas de la DO Alella son de las de más alta calidad del país, a la vez que se encuentran entre las que tienen un precio medio más alto (que se justifica por la calidad y porque incorporan opciones gastronómicas). Es bien cierto que la creatividad de las bodegas de este territorio es bastante alta también en cuanto a las propuestas de enoturismo y, más allá del amplio abanico de opciones que ofrece cada bodega, algunas de las actividades son realmente originales.
Actividades de alta calidad
Alta Alella se lleva la palma. Ellos fueron los primeros en crear un centro de enoturismo en sus instalaciones y tienen un equipo de personas dedicadas a crear producto y atender las visitas. Varias opciones de wine bar con DJ, calçotadas, microteatro entre viñedos, almuerzos maridaje, cuentos teatralizados, yoga, catas maridadas de jamón y de queso son solo algunas de las propuestas que se pueden encontrar en su web.
Bouquet d’Alella es una de las bodegas más jóvenes de la DO. Nació con una doble vertiente de negocio: desde el primer día, vende vino y ofrece actividades enoturísticas. Entre su oferta hay talleres para aprender las diferentes tareas del viñedo (dependiendo de la época del año), desayunos de tenedor y pícnics, talleres de cocina, calçotadas y arroces entre viñedos.

Can Roda también es una de las bodegas jóvenes del territorio y enseguida comenzó a abrir las puertas al enoturismo. Desde paseos por el bosque con el botánico referente Evarist March, pasando por catas maridadas de chocolate, quesos y productos de temporada, hasta eventos tan grandes como un concierto de músicas de películas con una orquesta sinfónica son algunas de las actividades que programan.
La bodega Quim Batlle es pequeña y cuenta con menos infraestructura que muchas otras, pero tiene algo que la hace única: unas vistas espectaculares al mar y a Barcelona. La atalaya donde se encuentra, en el municipio de Tiana, acoge pocas actividades, pero con un encanto tremendo. Desde tardes de copas con música a comidas maridadas con vistas, tanto de día como de noche.
La Bodega Marfil es el heredero de Alella Vinícola, la bodega histórica que dio nombre y prestigio al vino de Alella durante décadas. Aunque no cuenta con una web donde se puedan adquirir las experiencias enoturísticas, se puede contactar y acordar visitas a los viñedos o al espectacular edificio modernista, así como realizar catas y otras actividades.




