VadeVi
Greg Lambrecht (Coravin): «Hemos cambiado cómo el mundo sirve y disfruta el vino»

Inventar Coravin no fue casualidad. Ingeniero biomédico y apasionado del vino, Greg Lambrecht quería poder disfrutar de una copa sin sentirse obligado a terminar la botella ni estropear su contenido. Así nació, en el año 2013, un sistema que permite extraer vino de una botella sin quitar el corcho, utilizando una aguja y gas argón para preservar su calidad. Hace unos días, Lambrecht visitó Barcelona para presentar las últimas novedades de Coravin y, con motivo de su estancia, Vadevi conversó con él sobre la evolución del proyecto y los retos de futuro.

Coravin ya tiene más de una década de trayectoria. ¿Cuál es el balance?

Ha sido un viaje apasionante. Cuando lanzamos la primera versión -lo que ahora llamamos Coravin Timeless- lo construí literalmente en el sótano de casa. Ahora tenemos toda una gama de sistemas adaptados a diferentes necesidades: para vinos tranquilos, para vinos espumosos, e incluso soluciones para conservar el vino durante semanas, meses o años. Pero lo más importante es que hemos logrado transformar la percepción del consumidor. Al principio había mucho escepticismo, tanto en el ámbito profesional como en el doméstico. Ahora, cada vez más personas entienden que con Coravin pueden disfrutar de una copa sin comprometer el resto de la botella.

Inicialmente, fue una herramienta pensada para profesionales y comerciales del vino. ¿Qué grado de penetración ha tenido entre los consumidores particulares?

Depende mucho del país. En Estados Unidos, donde comenzamos, entre el 80 y el 90% de nuestros clientes usan Coravin en casa. En otros mercados, como Francia, España o Italia, aún predomina el uso profesional -restaurantes, bares de vinos y sommeliers- pero la tendencia es clara: estamos llegando al consumidor final. Ahora estamos alrededor del 40-50%. Suelen pasar unos siete u ocho años desde que un producto llega a las bodegas hasta que se instala en los hogares.

Coravin Sparkling es una novedad de 2021 / Coravin

Muchos coleccionistas de grandes vinos ven Coravin como una oportunidad de probar botellas especiales sin tener que abrirlas. Sin embargo, persisten dudas sobre si realmente el vino se conserva bien.

Justamente, Coravin nació para resolver este dilema. Poder probar sin tener que consumir la botella entera. Ahora bien, como todo sistema, hay que usarlo correctamente. Es clave limpiar bien el dispositivo después de cada uso. Algunas reticencias provienen de malas experiencias causadas por una mala limpieza. También hay mucha fuerza psicológica en juego: beber una botella con el nivel a la mitad puede hacer pensar que el vino se ha echado a perder, como si el tapón hubiera fallado. Por eso hacemos tantas catas a ciegas: cuando los profesionales constatan que el vino se mantiene intacto, esto genera confianza, que luego se traslada al consumidor.

Primero, fue el sistema para vinos tranquilos, con accesorios muy innovadores como el aireador, más tarde el sistema para vinos espumosos… ¿hacia dónde va ahora Coravin?

El futuro exige desligar el vino del formato botella. Creo que el consumidor debería poder comprar copas de vino individuales, bien conservadas, en una tienda especializada y llevárselas a casa. ¿Te imaginas poder adquirir una vertical de un mismo vino, copa a copa, o hacer una comparativa de seis vinos de una misma región? Esto democratizaría mucho la cata y cambiaría la manera de consumir vino. Estamos trabajando en ello.

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa