Clàssic Penedès continúa apostando por la ecología y el producto de territorio. Así, para seguir sumando bodegas y cumpliendo expectativas, el grupo de compañías vitivinícolas del Penedès ha elegido un nuevo presidente. Josep Maria Albet, de la bodega Albet i Noya, es el nuevo encargado de liderar este proyecto colectivo de elaboradores. Con este nombramiento, el colectivo reconoce que refuerza su apuesta por un liderazgo arraigado al territorio, con «una figura de gran experiencia y compromiso con la viticultura ecológica«. «Albet es un referente en el mundo del vino, pionero en agricultura ecológica en el Estado español desde finales de los años 70 y defensor activo de la sostenibilidad, la autenticidad y la innovación«, han asegurado desde Clàssic Penedès en un comunicado.
La nueva presidencia de Clàssic Penedès llega en un momento clave para el futuro de la marca, justo cuando el proyecto vive una etapa de crecimiento sostenido, tanto en el número de bodegas que se adhieren como en el reconocimiento progresivo de su apuesta por la calidad. El nombramiento de Albet como nuevo presidente representa un paso clave para consolidar este camino e iniciar una nueva etapa marcada por el impulso, la visibilización y la ambición de convertirse en un verdadero referente dentro del panorama de los espumosos de calidad.
Con una trayectoria reconocida y un compromiso con la viticultura ecológica y sostenible, Albet asume el cargo con la voluntad de reforzar la colaboración entre elaboradores, fomentar sinergias dentro del colectivo y proyectar los valores que definen Clàssic Penedès más allá del territorio. “Es un honor asumir este reto y seguir trabajando codo a codo con todas las bodegas para consolidar ClàSSic Penedès como un referente de espumosos de calidad, 100% ecológicos y comprometidos con el territorio”, ha afirmado el nuevo presidente tras su elección.
Producto ecológico y del Penedès
El sello Clàssic Penedès se fundamenta en tres pilares que lo diferencian dentro del sector: la elaboración 100% ecológica de todos los vinos, una crianza mínima de 15 meses -que garantiza cierta complejidad y profundidad aromática-, y el compromiso inequívoco con el origen, con todos los vinos procedentes exclusivamente del territorio Penedès. Esta identidad propia es la que se quiere continuar fortaleciendo con la nueva presidencia, construyendo una marca colectiva sólida que conecte con los valores contemporáneos del consumidor, y que ponga en valor la riqueza de un patrimonio vinícola con siglos de historia.
