El alcohol se ha convertido en un conflicto para el sector vitivinícola, tanto en Cataluña como en otros lugares. Es evidente que nadie quiere hacer una oda a un producto nocivo para la salud, pero desde el mundo del vino existe la creencia de que se está demonizando la fermentación del elaborado. En otras palabras, el alcohol del vino hace que sea perjudicial para la salud. Josep Roca, sumiller y propietario del Celler de Can Roca ha reforzado la necesidad de continuar bebiendo el vino con la elaboración tradicional. «El alcohol también es tradición del vino», explica el experto en su ponencia en el primer Simpósio de Vinos Mediterráneos en el Celler Peralada. De esta manera, Roca no niega que hay una tendencia healthy ni la evidencia de que todo debe tomarse con medida, pero reivindica la cultura catalana tal como es y añade que el vino -y, por tanto, también el alcohol- forman parte de ella.
Algunas de las cuestiones más reivindicadas actualmente en el sector vitivinícola se han colado en el congreso de Peralada. En cierta manera, la reivindicación de la elaboración de los vinos mediterráneos se puede traducir a prácticamente cualquier vino. En este sentido, Roca hace un viaje por todo lo que él y sus hermanos han descubierto a lo largo de los años sobre gastronomía y vinos. El Celler de Can Roca es un referente de innovación en el ámbito gastronómico, pero, aun así, el sumiller reconoce que hay que tener presente la tradición, sin abusar de ella, pero tampoco perderla de vista. «La tradición es un paraguas pesado», expresa el experto. Precisamente, su restaurante bebe mucho de la tradición y la cultura catalana, pero no la perciben como algo a seguir ciegamente. Ahora bien, mientras los platos de los Roca pueden ser interpretaciones, la elaboración de vino para Roca es diferente. Si bien es cierto que Roca no se posiciona firmemente en contra de los vinos sin alcohol, confirma que hay partes de la tradición que no se pueden perder, como por ejemplo, la elaboración tradicional, es decir, alcohólica.

El auge de los vinos blancos
La tradición mediterránea está ligada a vinos con cuerpo e intensidad. «El Mediterráneo es sol y cuerpo. No podemos renunciar a esto», insiste Roca, haciendo una clara referencia al auge de los vinos blancos, que tienen un gran valor, pero no son tan mediterráneos. De esta manera, el experto también recuerda que los territorios próximos al Mediterráneo se han caracterizado por cierta clase de vinos y, aunque siempre hay espacio para la innovación, es necesario mantener la cultura y, por tanto, la tradición de los vinos tintos, con cuerpo.