La vendimia 2025 podría ser la primera en prácticamente recuperar la normalidad en la producción de uva. Así se espera en diferentes territorios, entre ellos la DO Montsant, que este martes ha expresado en un comunicado que todo apunta a que podrían alcanzar la media histórica de cosecha de uva. En concreto, el Consell Regulador lleva ya registrados cerca de 750.000 kilos vendimiados, y prevé una producción final que se aproxime a su media, que suele estar alrededor de los 7 millones de kilos. Según explica la misma DO, esta recuperación de la producción es fruto de las lluvias caídas a lo largo del otoño de 2024 y de esta primavera y a las temperaturas del verano que, a pesar de las dos olas de calor, no han sido excesivamente altas.
Se espera “una vendimia excepcional”, si el tiempo acompaña a lo largo de las próximas semanas, asegura Pilar Just, presidenta de la DO Montsant. En este sentido, las bodegas de la Denominación de Origen inician la vendimia 2025 estos días, mayoritariamente las bodegas de la zona sur, donde la vendimia siempre es más temprana. Las variedades blancas son las primeras en cosecharse, y tal como expone el comunicado de la DO, «presentan un muy buen estado sanitario».

En cuanto a la calidad, para todos los territorios con Denominación de Origen, tener buena uva es muy importante. Así pues, como ya ha hecho en campañas anteriores, durante la vendimia el Consell Regulador llevará a cabo controles basados en el validado en campo de los datos introducidos en el RVC (Registro Vitivinícola de Catalunya) y los aforos de viña y bodegas. El objetivo final de estos controles se ajusta a la voluntad de la DO Montsant de continuar aportando garantías de calidad y origen a los consumidores y a los profesionales del mundo del vino.
La sequía no cae en olvido
Aunque la situación actual es de celebración, desde la DO Montsant también remarcan que es necesario seguir alerta. De esta manera, expresan que aunque haya habido buenas lluvias, el verano vuelve a ser muy seco en el territorio. Por lo tanto, el Consell Regulador insta a las instituciones públicas a continuar trabajando en mejores infraestructuras para garantizar el suministro de agua en la comarca, tanto para la población como para los cultivos de regadío. La realidad es que la sequía produjo un gran déficit de agua en toda la comarca desde 2021, lo que sometió a las viñas a un intenso estrés hídrico -cuando la planta no recibe toda el agua necesaria para realizar bien la fotosíntesis- que hizo disminuir la producción como nunca se había visto.