La sequía sigue siendo el problema principal de los vinos catalanes. La falta de agua ha sido responsable de la muerte de algunos viñedos, la situación precaria de muchos agricultores y la ya más que comentada caída drástica de la producción de uva en todo el territorio catalán. En este contexto, la Denominación de Origen Montsant ha presentado los últimos resultados de la vendimia de este 2024. Como era de esperar, el territorio ha perdido un 20% de la producción en comparación con el año pasado, lo que se traduce en un total de poco más de cuatro millones de kilos de uva vendimiada. Lo peor de las cifras, sin embargo, es la comparación con el promedio de los últimos años, donde se comprueba que este año se ha perdido un 50% de la producción media de uva. No obstante, el territorio admite que a pesar de la poca cantidad de uva, esta es cada vez de mayor calidad.
La zona del Montsant vive una de las sequías más complicadas de gestionar de todo el territorio. De hecho, la misma DO ha anunciado en un comunicado este miércoles que la vendimia comenzó con unos registros de lluvia acumulados a lo largo del año por debajo de los 250 litros. Esta situación -continúa el territorio- «agrava el déficit hídrico acumulado desde 2021, y que está sometiendo a los viñedos a un intenso estrés hídrico«. Precisamente esta tensa situación, es la principal causa de las reclamaciones del Consejo Regulador de la DO, que insiste en la puesta en marcha urgente de medidas que garanticen la llegada inmediata de las ayudas del Gobierno a los agricultores afectados. De hecho, en el mismo comunicado, la organización recuerda que mientras no se pongan en marcha las medidas de trasvase del río Ebro «es necesario garantizar ayudas compensatorias a bodegas y viticultores para paliar los efectos de la sequía en una comarca eminentemente agrícola donde el sector primario es la base de la economía».

La uva de calidad es una de las pocas consecuencias positivas que tiene la sequía. De esta manera, aunque la producción se reduce, el valor de la uva en escala de sabor y textura, aumenta. Tal como comenta la DO, la falta de agua ayuda a evitar las enfermedades asociadas a la humedad. Además, el 70% de los viñedos adscritos a la DO utilizan técnicas de confusión sexual, es decir, métodos de control del apareamiento de los insectos y, por tanto, consiguen que la uva cosechada presente un «buen estado sanitario», aseguran desde la DO Montsant.
Las variedades históricas dominan la producción
En cuanto a las variedades de la zona, las históricas continúan siendo las grandes protagonistas del Montsant. En este sentido, las variedades negras, garnachas y cariñenas, con 2 millones y medio de kilos vendimiados, representan el porcentaje más alto de la cosecha, en concreto, un 70%. En el caso de las variedades blancas, con 461.778 kilos cosechados, aumentan un poco en peso, y ya suponen el 11% de la producción de la DO Montsant. Entre las variedades blancas destacan la garnacha blanca y la macabeo, que suman conjuntamente el 92% de la producción total de blancas.
