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La OMS reclama el fin de la exención de impuestos sobre el vino

El vino es un producto rodeado de polémica. Mientras el sector pide constantemente que se considere como un alimento combinable con cualquier dieta saludable, los alarmantes efectos nocivos de la ingesta de alcohol lo convierten en una de esas bebidas que deberían evitarse según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Actualmente, el estado español no aplica ningún impuesto extra a los vinos y espumosos que se elaboran y se comercializan en el territorio, bajo la firme creencia de que forma parte de la tradición y la cultura del Estado. Una situación que otros países productores replican y que hace que la OMS pida un cambio, ya que, en última instancia, ha emitido un nuevo informe que recuerda las enfermedades y conflictos que provoca el abuso de bebidas alcohólicas. Unas afirmaciones que el sector del vino no niega y que, a través de varias organizaciones, refuerzan el consumo moderado; sin embargo, algunos expertos reconocen la no diferenciación entre bebidas alcohólicas como una caza de brujas que afecta de lleno a una de las joyas culturales de buena parte del sur de Europa: el vino.

«El concepto siempre ha sido disfrutar del vino con moderación», asegura José Luís Benítez, director general de la Federación Española del Vino (FEV) en una conversación con Vadevi. Con estas palabras reitera que el vino no debería formar parte de esa demonización de las bebidas alcohólicas que hace la OMS y, sin negar el evidente conflicto que hay con el consumo abusivo de alcohol, Benítez añade que «el vino no es la bebida predilecta para aquellos que abusan del alcohol». En este sentido, el director general de la FEV lanza un dardo contra la OMS y tilda al organismo de no ser del todo coherente con sus afirmaciones, ya que «el vino no es lo mismo que los alcoholes destilados», remarca. Unas declaraciones que no solo defienden desde la FEV, sino que otras entidades catalanas como la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN), de la cual forma parte la DOQ Priorat, o la DO Cataluña, con su afiliación a Wine in Moderation, una organización dedicada a contraatacar con informes veraces estas afirmaciones que engloban toda clase de bebidas alcohólicas sin miramientos.

El último informe que en mayo presentó la OMS hablaba del aumento de los impuestos en bebidas alcohólicas. En concreto, el estudio aconsejaba a los gobiernos del mundo que era necesario incrementar los gravámenes de estas bebidas para mejorar la salud de los habitantes. La organización advertía que, en muchos países europeos, el alcohol es más asequible que hace 20 años, lo cual aumenta los problemas o las enfermedades como el cáncer, cirrosis, accidentes de tráfico y muertes prematuras. «Europa sigue siendo la región con mayor consumo per cápita del mundo», remarcaba el estudio. Unas declaraciones alarmantes que Benítez no desmiente, pero matiza que en muchos casos el incremento de los impuestos no siempre es directamente proporcional a la reducción del consumo abusivo. «Se trata de enseñar y educar en la moderación, no de subir los precios de manera desorbitada», reflexiona el experto, quien lamenta que un precio más alto no hará que los consumidores abusivos dejen de tomar alcohol, pero sí hará perder a los consumidores ocasionales.

Más allá de la eficacia dudosa de las propuestas de la OMS, Benítez también concreta que no hay ningún indicio de que el estado español quiera aumentar los impuestos al vino. «El impuesto actual es del 0% porque se estima la importancia de la tradición», recuerda el director general de la FEV, quien además reconoce que un buen número de territorios del estado español deben parte de su PIB al sector vitivinícola. No obstante, Benítez también admite que si estas declaraciones de la OMS terminaran por convencer al gobierno español de subir los impuestos, la gente seguiría comprando vino, lo cual «refuerza la tesis de que no son medidas que funcionen a la hora de hacer bajar el consumo», admite el experto.

Copa de vino | Shutterstock

Salir del café para todos del sector

Si bien es cierto que el vino no es una de las bebidas más peligrosas en el consumo abusivo, la OMS alerta que ha sido la bebida que más rentable resulta comprar en la época moderna. Según los datos de la organización, en dos décadas, el salario medio europeo permite comprar un 46% más de cerveza, un 76% más de vino y un 37% más de espirituosos. Así pues, el vino es la bebida más barata (1,13 dólares internacionales por 10 g de alcohol puro, menos en la UE). La OMS sostiene que los impuestos especiales son más eficaces que el IVA para reducir consumo y daños, y recomienda fijarlos según el contenido alcohólico y ajustarlos con el tiempo. Una opinión que la FEV cuestiona y asegura que el vino sea la bebida más barata no es sinónimo de ser la más consumida de manera abusiva. De hecho, Benítez sostiene que afirmaciones como estas terminan dañando la imagen de una bebida y confunden a los consumidores dando por hecho que todas las bebidas alcohólicas son iguales.

«En Europa no funciona el café para todos en cuestiones de alcohol», expresa el director general del organismo español. En este sentido, Benítez explica que si se han de hacer estudios y afirmaciones a escala europea, se deberían mirar país por país. «Los españoles no beben tanto vino como los escandinavos, pero ¿el impuesto debería ser el mismo para todos?», reflexiona el experto. Por otra parte, también recuerda que las bebidas alcohólicas tienen diferentes graduaciones y hablar de alcohol en términos generales puede dañar sectores minoritarios, pero de mucho valor como puede ser el vitivinícola.

Wine in Moderation, la lucha contra la demonización

Wine in Moderation es una iniciativa que nació en el año 2008 precisamente para «defender el consumo moderado de vino», describe Benítez. Surgió en un momento en que el sector vitivinícola buscaba una voz propia ante el debate creciente sobre los riesgos asociados al alcohol. De esta manera, la organización surgió para contrarrestar la avalancha de información que existía sobre los efectos devastadores del consumo de alcohol, ofreciendo un relato más matizado y centrado en la responsabilidad individual. Así pues, esta entidad apoya el control del consumo de alcohol y no niega los evidentes efectos nocivos de las bebidas alcohólicas, pero se especializa en el vino y demuestra que «no hay nada que te impida disfrutar del vino con moderación», reconoce el director general de la FEV. Su labor combina mensajes de sensibilización con actividades formativas y divulgativas, siempre con el objetivo de promover una cultura del vino vinculada a la calidad, el placer gastronómico y el estilo de vida saludable: «Una manera de combatir todo lo que siempre dice la OMS y no siempre es verdad», concluye Benítez.

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