Tradicionalmente, los espumosos catalanes eran conocidos a escala internacional por el cava. De hecho, la Denominación de Origen se había apoderado incluso del reconocimiento internacional de los espumosos españoles. En otras palabras, el cava era el único espumoso que transgredía fronteras. Ahora bien, la situación ha ido cambiando con los años, cada vez son más las bodegas catalanas que se unen a alternativas diferentes del cava, que mantienen su elaboración tradicional, pero que buscan escapar de una denominación de origen que trabaja más en volúmenes que en valor añadido. A pesar de ser una carrera de fondo y aún tener una masa crítica muy pequeña, estos espumosos se están haciendo un lugar cada vez más importante en el mercado internacional, hasta el punto de obtener mejores cifras que el mismo cava. En el último informe del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), se concluye que en el interanual de febrero de 2025 los espumosos españoles han caído en valor y en volumen. La cifra, sin embargo, se explica únicamente por la pérdida de mercado del cava, mientras que los otros espumosos -con DO propia o no- continuaban ampliando su cuota de ventas en el extranjero.
«Nosotros somos estables porque la naturaleza de nuestro cliente es diferente», explica Josep Maria Albet, presidente de Clàssic Penedès, en una conversación con Vadevi. Para él, la caída del cava se explica porque trabajan en un mercado de precios bajos, donde las empresas más grandes son las que hacen oscilar las cifras del mercado. De esta manera, si el cava acumula alrededor del 70% de las ventas de espumosos, el porcentaje más alto de esta cuota de mercado es para grandes compañías «que trabajan más en volúmenes que en valor añadido», reconoce Albet. Así, para el elaborador no es de extrañar que llegados a un punto donde las ventas se van reduciendo a escala mundial, sobre todo en las líneas de precios más económicas, el cava pierda fuelle. Una opinión similar tiene Carles del Amor, de Corpinnat, quien también en una entrevista con este diario confirma que se encuentran «un poco al margen» de la caída del sector, ya que «aún somos muy pequeños y poco representativos», recuerda.
Las exportaciones españolas de vinos espumosos perdieron, en el interanual a febrero de 2024, un 1,5% en valor, hasta los 519,8 millones de euros y un 11,3% en volumen, hasta los 155,7 millones de litros. En términos absolutos, el estado español dejó de exportar 19,7 millones de litros de vino espumoso, facturando 8,1 millones de euros menos. Dentro de los vinos espumosos, se pueden distinguir las exportaciones de los vinos bajo la DO Cava, que cuentan con partida arancelaria propia. La caída global de las exportaciones de vino espumoso se explica solo respecto a las cifras del cava, ya que el resto registró crecimientos. En concreto, los cavas perdieron en el interanual a febrero de 2025, un 7,8% en valor y un 21,3% en volumen, mientras el resto de espumosos aumentaron un 23,9% en valor y un 27,7% en volumen. En este sentido, las ventas exteriores de cava se situaron en estos doce meses, en 109,7 millones de litros (-29,7 millones), por valor de 390,7 millones de euros (-33 millones), que suponen el 70% del volumen y el 75% del valor total de las exportaciones españolas de vino espumoso en el interanual a febrero de 2025. Las ventas del resto de espumosos se situaron en los 46,1 millones de litros (+10 millones), por valor de 129,1 millones € (+24,9 millones).
Desde Corpinnat y Clàssic Penedès afirman que la caída está ligada a los movimientos que hicieron algunas grandes empresas vitivinícolas de la DO Cava para paliar los efectos de la sequía que ha llevado a una baja producción de uva en los últimos años. Sin embargo, Albet y Del Amor coinciden en concretar que la migración de algunos espumosos famosos de Freixenet fuera de la DO Cava podría haber ayudado a esta reducción tanto de facturación como de volumen. Así pues, Albet explica que cuando un jugador tan grande como Freixenet decide no hacer productos bajo la DO Cava, «el mercado lo nota». En cambio, él mismo también añade que en el caso de Clàssic Penedès y Corpinnat, aunque su público esté creciendo, aún no tienen el poder para hacer fluctuar el mercado con sus decisiones. Aun así, Albet recuerda que su estrategia podría ser la mejor a largo plazo y también confirma que en su caso, irse de la DO Cava fue una buena decisión: «No nos aportaba nada, más bien nos restaba», expresa.

Corpinnat y Clàssic Penedès aumentan su público
Más allá de que las cifras del cava hagan caer las exportaciones generales de los vinos espumosos, la realidad es que los catalanes son cada vez más conocidos e importantes. Tanto Corpinnat como Clàssic Penedès han apostado por las largas crianzas y tanto la marca colectiva como la DO buscan la manera de continuar demostrando la calidad de sus productos. Según explica Del Amor, el sistema de Corpinnat «es cada vez más famoso en todo el mundo». Sin embargo, también insiste en que algunos importadores llaman a la puerta para pedir más stock de espumosos de la marca colectiva para algunas estanterías extranjeras. Es evidente que Corpinnat vive un buen momento y los resultados que presentan les dan la razón. Corpinnat facturó 26,87 millones de euros este 2024. Si hablamos de exportaciones, los datos de 2024 confirmaron que el 17,02% de sus ventas se hacen en el extranjero, donde tienen presencia en 66 países.
En cuanto a Clàssic Penedès, sus datos tampoco decepcionan. Según explica el presidente de esta sección de la DO Penedès, en 2024 comercializaron alrededor de 900.800 botellas, una cifra menor que la de 2023, pero que en facturación se mantuvo. «Hemos revalorizado nuestro producto», destaca el presidente de Clàssic Penedès, quien además también reconoce que el precio medio de sus botellas ronda los 7 euros. Para ellos, las exportaciones también son importantes y el mismo Albet destaca que «en el exterior están consiguiendo mercado, pero no es nada fácil». No obstante, el elaborador es optimista e insiste en que poco a poco irán ganando prestigio y reconocimiento tanto en el interior de Cataluña como en el exterior.
Los mercados que reconocen los espumosos catalanes
Sea cava o sean espumosos diferentes, vinos del estado español se cuelan en todas las estanterías de licorerías y supermercados de todo el mundo. Según los datos del informe del OEMV, los Estados Unidos se mantienen como el principal mercado para el vino espumoso español, con un valor de exportación de 83,2 millones de euros en el acumulado interanual hasta febrero de 2025, un incremento del 14,4%. Bélgica ocupa la segunda posición con 57,3 millones y un crecimiento del 3,8%. En volumen, los EE. UU. también lideran con casi 24 millones de litros (+13,5%), superando a Alemania, que cae a la cuarta posición con una fuerte caída del 54%, hasta los 12,5 millones de litros. Detrás de los Estados Unidos se sitúan Bélgica (16,4 millones de litros, -7,9%) y el Reino Unido (13,2 millones, -14,6%). Destacan, además, las buenas cifras de mercados como México y Finlandia durante este periodo.