Parte de la uva que se utiliza para hacer vino catalán proviene de agricultores que venden sus cultivos a bodegas. Esta compraventa es una de las acciones más antiguas del sector y también de las que provoca más tensiones. La oscilación de precios debido a la caída de las ventas o de la producción pone en apuros a los campesinos catalanes, que continúan la lucha por ganarse la vida dignamente. Además, estas conexiones entre empresas y agricultores aún se realizan de maneras tradicionales y la digitalización parece una opción extraña. No es ningún secreto, sin embargo, que la tecnología podría mejorar la vida de estos agricultores y facilitar el contacto con las bodegas. Es por eso que desde el clúster de innovación vitivinícola INNOVI se puso en marcha en 2021 el Mercado Online de Uva (MORA), una iniciativa que busca acercar a agricultores y bodegueros para aglutinar en una plataforma todas las demandas de las bodegas y los posibles vendedores de uva.
«Antes la compra y venta de uva era un ámbito bastante estancado, con viticultores muy leales a determinados compradores por miedo al cambio», explica Imma Pausas, responsable de uva y viticultores en Codorníu. Usuaria de la plataforma, Pausas reconoce que este cambio les ha hecho avanzar hacia la mejora y, sin duda, es una herramienta útil que les ha permitido «conocer nuevos viticultores a los cuales hemos podido comprar uva para elaborar nuestros productos». Ahora bien, las cifras de uso que INNOVI ha publicado sobre la plataforma refuerzan la teoría de Pausas, ya que la integración es lenta y de momento solo se han conseguido hacer menos de una veintena de contactos entre los 205 viticultores registrados y los 55 elaboradores inscritos.
En concreto, INNOVI ha publicado este miércoles los datos del 2025 de la plataforma. En una conversación con Vadevi, el clúster ha asegurado que «aunque en los inicios la participación no es tan elevada como se esperaba, cada campaña el número de usuarios ha ido creciendo». En este sentido, hay más de ochenta anuncios de productores en la plataforma, pero parece que a los bodegueros aún les cuesta ver la plataforma como una fuente útil de conexiones. No obstante, desde INNOVI recuerdan que las cifras no han dejado de crecer y que, por lo tanto, la herramienta funciona y continuará funcionando: «Muchos bodegas y viticultores que eran reticentes a cambiar sus circuitos tradicionales ahora ven en ella una herramienta complementaria y necesaria, especialmente en un mercado cada vez más incierto y tensionado», argumentan desde el clúster.

Una mejor visibilidad de las ofertas
Desde 2021, MORA ha canalizado millones de kilos de uva, con más de 300 viticultores usuarios y con más del 60% de las ofertas que han generado contactos efectivos con bodegas. La plataforma ha alcanzado récords de uso en momentos de mayor incertidumbre, como la vendimia de 2024, muy marcada por la sequía. «Esto muestra que el sector recurre cada vez más en situaciones complejas», insisten fuentes de INNOVI a este diario. La plataforma es completamente digital, abierta y gratuita, lo que también la convierte en una herramienta accesible para cualquier productor y elaborador. «Busca mejorar la oferta y la demanda del sector», remarca el clúster.
MORA se consolida como una de las únicas herramientas abiertas de gestión de compraventa de uva en el sector vitivinícola catalán. Su carácter digital permite que todas las ofertas de uva puedan quedar registradas y aquellos compradores interesados puedan contactar directamente con los productores. Esta herramienta responde a la necesidad del sector de entrar en la nueva era digital, facilitar la vida a los agricultores y marcar pautas claras a la hora de comprar y vender uva. «En definitiva, contribuye a mejorar los márgenes de los viticultores reduciendo intermediarios, da visibilidad a pequeños productores y bodegas que antes quedaban fuera de los circuitos comerciales, colabora en adaptarse a la incertidumbre climática y productiva», concluye el clúster.



