El fondo de inversión Carlyle ha elegido a Morgan Stanley y Banco Santander como asesores financieros para la venta de Raventós Codorníu. Los estadounidenses controlan el 68% de la compañía vitivinícola y han comenzado a preparar la posible salida del accionariado seis años después de su entrada. A principios de este 2025, se dio a conocer la noticia de la venta, la cual según el propio fondo se iba a producir para aprovechar el buen momento que vivía la empresa de vinos y cavas. «La compañía es hoy mucho más ágil, flexible, sostenible y competitiva. Hemos profesionalizado la gestión, diversificado nuestras marcas y canales, y estamos mejor preparados que nunca para afrontar una nueva etapa de crecimiento rentable», apuntó el CEO de Raventós Codorníu, Sergio Fuster.
En el último ejercicio fiscal, Raventós Codorníu facturó 232 millones de euros, según refirió la compañía en un comunicado este lunes donde se explicaba la decisión de Carlyle de poner al frente de la gestión a Morgan Stanley y Banco Santander. Estos datos son bastante buenos a pesar de la evidente caída de la producción general de Cataluña debido a los últimos tres años de sequía. En concreto, los elaboradores de cava han duplicado su rentabilidad en cinco años, con un EBITDA que prevé alcanzar los 50 millones de euros en el corto plazo, un crecimiento sostenido en ventas y un incremento de su participación en el mercado, tanto en la categoría de cavas como en vinos tranquilos. La misma compañía ha asegurado que el beneficio operativo del último año fiscal fue de 39 millones de euros, el mejor en los últimos diez años.

Últimos éxitos de la compañía
Raventós Codorníu tiene quince bodegas repartidas por España, Argentina y California y cuenta con 3.000 hectáreas de viñedo. Este mismo 2025 consiguió la certificación B Corp, uno de los máximos referentes de sostenibilidad del mundo. También se posicionó como la empresa vitivinícola preferida para trabajar en el estado español en el ranking de las 100 mejores compañías de la lista Forbes.



