La caída de la producción es una característica que comparten muchas de las vendimias de este año en las grandes zonas vitivinícolas del estado español. Tanto en la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja como en el Marco de Jerez, en Cádiz, los primeros días de cosecha han dejado la misma sensación entre productores y cooperativas. En este sentido, todo apunta a que habrá menos uva que en otros años. Sin embargo, la calidad también cambiará y podría llegar a ser de las mejores de las últimas temporadas, lo que permitiría elaborar vinos aún más excepcionales.
En La Rioja, tradicionalmente una de las primeras denominaciones en iniciar la vendimia, la primera zona en recoger la uva fue Aldeanueva de Ebro a primera hora de la mañana, con la recolección de las primeras parcelas de tempranillo blanco. El gerente de la cooperativa local, Abel Torres, describía una situación inédita: “Hay bastantes menos kilos que otros años, la merma será histórica y mayor de lo que esperábamos”. Las previsiones iniciales apuntaban a una reducción del 15% o 20%, pero después del primer día de cosecha la percepción es que podría ser aún más pronunciada.
A pesar de este escenario, Torres destacaba el estado de salud impecable de la uva. La ola de calor que sufrió La Rioja a finales de julio había acelerado la maduración, situando las graduaciones alcohólicas por encima de lo previsto. No obstante, el ligero descenso de temperaturas coincidiendo con el inicio de la vendimia ha permitido cosechar en condiciones más óptimas, con máximas alrededor de los 30 grados y mínimas por debajo de los 20. Este contraste térmico es clave para generar azúcar durante el día y dar respiro a la planta por la noche. “La uva está muy sana y la calidad que llega a la bodega es espectacular”, aseguraba Torres, convencido de que, a pesar de la reducción de kilos, el 2025 podría dejar una cosecha “de extrema calidad”.

En paralelo, a más de 700 kilómetros al sur, el Marco de Jerez también afronta una campaña marcada por la caída de producción. Según las primeras estimaciones del Consejo Regulador, este año se podría cosechar alrededor de un 30% menos de uva que en 2024, cuando se recogieron 62 millones de kilos. Esto situaría la cosecha de este 2025 cerca de los 43 millones. La principal causa es el mildiu. A pesar de ello, los técnicos coinciden en que el fruto que llega a las bodegas es de mucha calidad, un elemento que podría compensar la reducción de volumen.
Una vendimia más corta y de calidad
El presidente del Consejo Regulador de Vinos de Jerez y Manzanilla de Sanlúcar, César Saldaña, ya había advertido que se debía esperar una vendimia más corta. Aun así, el sistema tradicional de crianza y envejecimiento en soleras y criaderas aporta al sector un margen de seguridad: aunque este año haya menos uva, el mercado no notará un descenso inmediato en la oferta de vinos, ya que hay un “colchón” de existencias en barricas.
La campaña en Jerez se ha iniciado con retraso respecto a años anteriores. Si las altas temperaturas de los últimos veranos habían adelantado la cosecha hasta finales de julio, este año las bodegas no han comenzado hasta el 4 de agosto en las zonas más interiores. A fecha del 13 de agosto ya se habían cosechado 12,7 millones de kilos en 20 almazaras activas en la provincia, con Jerez de la Frontera a la cabeza (10,4 millones). Trebujena, Chipiona, Sanlúcar, Lebrija y El Puerto de Santa María completan el mapa de localidades donde la vendimia ya está en pleno rendimiento, mientras que Chiclana y Rota aún esperan iniciarla.



