Probar vinos es todo un arte que no todo el mundo tiene el privilegio de conocer y disfrutar. Desde la redacción del Grup Món, a través del medio especializado en el sector vitivinícola Vadevi, hay un firme compromiso para ensalzar y contar las historias del mundo del vino a los lectores. Tanto es así que el pasado miércoles se realizó la primera cata en las instalaciones del grupo de la mano de Corpinnat. La asociación de elaboradores que sostienen esta marca colectiva europea eligió a cinco representantes de entre las 19 bodegas que conforman la entidad para comentar y describir cinco excelentes espumosos. Viader, Huguet de Can Feixes, Llopart, Recaredo y Mas Bertran fueron los escogidos de una noche en la que el público menos experto y más curioso pudo degustar las burbujas catalanas penedesenques.
Corpinnat nace de un sentimiento de querer expresar el territorio. Las seis bodegas fundadoras de la marca colectiva salieron de la DO Cava por querer más exigencia y la necesidad de potenciar el Penedès, la región histórica de las burbujas catalanas. Desde aquella decisión en 2018, Corpinnat ha ido creciendo hasta llegar casi a la veintena de bodegas. Su normativa es una de las más exigentes del mundo e incluye el cultivo de variedades históricas, la cosecha a mano y ecológica, las largas crianzas y la preservación de la cadena de valor justa. Y precisamente con este reglamento como mantra, las bodegas de Corpinnat elaboran espumosos reconocidos ya de manera internacional. La cata comienza con una botella de Les Eretes, de la bodega Viader. Eduard Viader, primera generación de bodegueros, no puede asistir a la jornada, pero el gerente de Corpinnat, Carles del Amor, presenta su espumoso. Viader es una bodega pequeña que solo cultiva las variedades del norte del Alt Penedès. Por este motivo, los espumosos se hacen solo con xarel·lo y macabeu, ya que la parellada -otra variedad histórica utilizada para hacer espumosos- «es más difícil de cultivar en esta parte del territorio», dice Del Amor. Con 24 meses de crianza, es el vino más joven de la noche, pero su profundidad y acidez lo hacen de buen degustar.
Joan Huguet es uno de los tres hermanos propietarios de Huguet de Can Feixes. El veterano del sector y actual presidente de la DO Penedès asegura que su bodega está a más altitud que la media penedesenca. Huguet presenta Huguet de Can Feixes Brut Nature 2021, un espumoso elaborado con macabeu, parellada y pinot noir. Para el bodeguero, esta última variedad es la que le da sedosidad al vino y hace que pierda «el gusto metálico». También aprovecha el altavoz para recordar que Corpinnat tiene prohibido elaborar espumosos de marca blanca y reconoce que «buena parte de la caída del sector podría ser culpa de esta necesidad de trabajar a volúmenes». Por eso, confirma orgulloso que a diferencia de otros, «Corpinnat está comprometido con el territorio». Llopart es una marca de espumosos histórica en Cataluña. De hecho, comenzaron a elaborar vino hace más de un siglo, lo que los convierte en la primera bodega de Corpinnat en hacer vino. Jordi Bort es el director general de la empresa vitivinícola y lleva a la cata su Leopardi, un icónico de la bodega. Bort recuerda que la época de Navidad es cuando más espumosos se abren de todo el año. En concreto, afirma que es el momento que las bodegas tienen más trabajo. Aun así, expresa que Corpinnat tiene el compromiso de desestacionalizar las burbujas y que para ellos «el espumoso es un producto de todo el año».

Podríamos coincidir todos en afirmar que la burbuja más integrada y sutil de Corpinnat es la de Recaredo, otra de las bodegas fundadoras de la marca colectiva. La sumiller Macarena Muñoz trae para degustar el Serral del Vell, un vino histórico de la bodega que lleva años comercializándose. No obstante, Muñoz reconoce que tiene este nombre desde 2008, ya que en ese momento decidieron empezar a dar más importancia a las parcelas de viña. De hecho, Recaredo también es una de las primeras bodegas de Cataluña que comenzó a hacer vinos parcelarios, es decir, que toda la uva provenía de la misma parcela, cultivada en las mismas condiciones. La cata termina con una de las últimas bodegas en incorporarse a las filas de Corpinnat. Para presentar el Argila de Mas Bertran está el sumiller Dani Cereijo, quien afirma que «no tiene nada que añadir», porque sus compañeros «lo han dicho todo». Explica que el espumoso que han elegido es el más viejo de la sala, con una década de crianza y un sabor confitado muy potente. Aun así, es el acompañante perfecto para el final de la noche, que cierra con un aplauso eterno a los invitados.
