Viader es la nueva bodega que pasa a formar parte de la marca colectiva europea Corpinnat. Hace dos meses, la empresa vitivinícola hizo un cambio de trayectoria, cambió de nombre y decidió salir de la DO Cava. En el comunicado de presentación de su nuevo nombre, aseguraron que tenían “un futuro lleno de posibilidades”, lo que levantó ciertas sospechas dentro del sector. Todo apuntaba a la incorporación de la bodega a Corpinnat, pero no ha sido hasta este lunes cuando ambas partes han confirmado su acuerdo. Actualmente, Viader es la 14ª bodega que se suma a la iniciativa de las bodegas del Penedès, pero el presidente de la marca colectiva, Ton Mata, explicó en la presentación de resultados económicos del cierre de 2024 que incorporarían «dos bodegas más antes de Semana Santa«. En este sentido, Viader es la primera bodega que entra a formar parte de la marca colectiva este 2025, pero no será la última.
Desde su nacimiento, el 10 de abril de 2018 hasta la actualidad, Corpinnat ha ido integrando las siguientes bodegas: Gramona, Llopart, Nadal, Recaredo, Sabaté i Coca, Torelló, Huguet de Can Feixes, Júlia Bernet, Mas Candí, Can Descregut, Pardas, Bufadors, Cisteller y ahora, Viader. La misma marca colectiva asegura que «Viader da un paso valiente hacia la calidad y la defensa del territorio: el de vinificar el 100% de sus vinos en una instalación propia, a lo que se suma también el cultivo de la viña. Una apuesta firme hecha por el crecimiento del proyecto». Con esta nueva incorporación, pues, ratifica su crecimiento y anuncia que cada vez están más cerca del «objetivo de vertebrar un sector que no solo lucha por sí mismo sino que incorpora la defensa del paisaje, el sostenimiento de la agricultura y, en definitiva, la identidad de unos vinos y de un territorio».

Una apuesta sostenible
El proyecto, inicialmente conocido como Muscàndia, comenzó en 2009 de la mano del ingeniero agrónomo Eduard Viader. Actualmente, el equipo trabaja bajo una nueva marca que se fundamenta en la sostenibilidad, el respeto por el territorio y la artesanía. En 2020, Viader adquirió una masía tradicional en el Penedès, Can Rossell de la Llena, un edificio histórico que restauró completamente con un enfoque integral de sostenibilidad. Durante la rehabilitación, se incorporaron criterios de eficiencia energética y se utilizaron energías renovables. Con estas mejoras, el objetivo de la bodega era “preservar la estructura original y garantizar una bodega moderna y respetuosa con el medio ambiente”. Actualmente, la masía acoge la bodega Viader, un espacio que, según el comunicado de Viader, “refleja su visión de integrar tradición y tecnología de vanguardia, manteniendo al mismo tiempo la personalidad, la cultura y el paisaje de la región, alineado con sus valores”.