VadeVi
El Concurso de Bruselas amplía la promoción de los vinos ganadores

Cataluña es una de las regiones productoras que más muestras presentan en el Concurso Mundial de Bruselas, CMB. Así lo confirma la organización, la misma que hace un balance positivo de la evolución de un certamen que este año celebra treinta primaveras. Tiene origen belga, y de unos años acá ha iniciado una itinerancia que les lleva cada año a instalar la logística de cata en una ciudad y territorio vitivinícola del mundo. Incluso el gran volumen de muestras que compiten -este año de nuevo han superado las diez mil- les ha llevado a dividir las convocatorias y singularizarlas por tipologías. Es decir, este 2023 son cuatro el número de sesiones de evaluación: la primera, desde Montpellier, permitió poner el termómetro a los vinos rosados; en junio evaluarán los vinos espumosos del mundo y en otoño será el turno de los vinos de licor. Estos días de mayo se ha hecho la convocatoria para el jurado que pondrá nota a las referencias de vinos blancos y negros. Será a Poreč, ciudad ubicada en el noroeste de Croacia.

El presidente del CMB, Baudouin Havaux, atiende Vadevi apenas aterrizar en territorio croata y comparte la satisfacción de haber sumado treinta ediciones. «El vino es mi pasión, no tengo la sensación de estar trabajando», explica. Recuerda y muestra respeto por el padre, que es quien emprendió el proyecto, y habla maravillas del hijo, Quentin Havaux, que es quien ahora está cogiendo el peso del proyecto. «Tengo 62 años, ahora es momento de centrarme en otras cosas», dirá. Porque considera que hay que evolucionar, que el mundo cambia y que hay que dejar a nuevas miradas y maneras de hacer. Sea como sea, mientras se va consolidando este relevo generacional, su función va virando hacia la responsabilidad de nuevos proyectos que avanzan en paralelo y complementan el propio concurso.

Los ‘Wine Bar’ y ‘Wine Corner’

El concurso se ha celebrado durante muchos años a Bélgica; más tarde inició la itinerancia, y más recientemente ha dividido las tipologías de vinos en la hora de hacer la evaluación. «Se trata de un concurso vivo», dirá el responsable del concurso en España, Frédéric Galtier, que mira adelante con la intención de seguir sumando en el objetivo final, que tiene que ver con posicionar la marca CMB como un valor de prestigio que permita la prescripción de garantía de calidad de cara al consumidor final que tiene en las manos una botella con la medalla del concurso. «Tenemos una dimensión internacional que ahora estamos reforzando con los proyectos de los Wine Bares y los Wine Corners«, comparte el presidente. Y se explica.

Por un lado, hace tres años que han iniciado un proyecto piloto en México con un concepto de Wine Bar el cual solo se encuentran vinos premiados en el Concurso Mundial de Bruselas. «El objetivo final no es vender, sino atraer el consumidor hacia productos de calidad que están validados por una marca y un jurado de prestigio«, explica Havaux. Sumado en México, este proyecto se está expandiendo hacia Portugal y España -podría llegar a Valladolid-, que también verán pronto un bar de vinos donde se prescribirán los productos ganadores del CMB.

Los Wine Corners están operativos gracias a un acuerdo con United Airlines, que muestra y sirve los vinos premiados a copas en algunos de los aeropuertos donde opera. «Hacemos promoción de regiones vinícolas, de variedades, de tipologías, según países», dice el presidente del CMB. En este caso, está activa la posibilidad de crecer hacia Tokio y Londres.

Un concurso que prescribe como un crítico

Otra de las novedades que se están introduciendo más recientemente en el concurso tiene que ver con el retorno que se hace llegar al productor a partir de las valoraciones que el jurado ha hecho de sus vinos. Utilizan la inteligencia artificial para poder crear ruedas de aromas descriptivos de cada producto, así como para recopilar los comentarios que aporta cada catador por referencia. «Queremos dar nuevas herramientas de promoción al productor que, a la vez, pueden servir para atraer el consumidor», comenta Baudouin Havaux.

El objetivo es, de cara al 2025, firmar un comentario consensuado entre las diferentes personas que prueban y evalúan cada vino y que pueda ser un motivo más de venta y de difusión. Muy bien, asimilándose al que puede decir un prescriptor o crítico de vinos como Parker o una guía de referencia.

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