Hace pocos días se daba el pistoletazo de salida oficial a la carrera electoral que verá renovar o revalidar los actuales consejos reguladores de las denominaciones de origen catalanas. Se abre, por lo tanto, el proceso que actualizará primero las vocalías y a continuación la presidencia de cada una de las entidades del vino del país.
En el Priorat, el presidente quiere continuar
Desde el Priorat, Salustià Àlvarez confirma a Vadevi que quiere repetir candidatura para continuar presidiendo la Denominación de Origen Calificada. Hay proyectos, apunta, que se han iniciado durante el actual mandato y a los cuales todavía «queda camino por hacer». Sea por la complejidad de los proyectos o por los efectos de una pandemia que no hace tanto que hemos dejado atrás.
Àlvarez se refiere, por un lado, a seguir desplegando los ‘Nombres de la Tierra‘, con el cual, recuerda, pretenden fortalecer la identidad del territorio; de la otra, a cerrar la puerta definitivamente, con sentencia en mano, a un escándalo que ha afectado en los últimos meses el sector del vino catalán, también el que sale al mercado bajo el amparo de la DOQ Priorat. «El caso de Reserva de la Tierra ha acontecido una situación esperpéntica, y por todo lo que ha supuesto, algo tiene que pasar», comenta. «Si el fraude queda impune, será una gran tomadura de pelo«, lamenta Salustià Àlvarez.
Así, el equipo actual que forma parte del consejo regulador quiere repetir con una candidatura que permita continuar «gestionando la marca interna y colectiva del Priorat; cuidar la imagen y difundir los valores de quién somos; y velar para prevenir malas prácticas o injerencias externas que puedan cuestionar esta credibilidad».
Además, sumado a todo esto, la nueva legislatura también quiere reactivar otro proyecto que sufrió los efectos de la Covid-19. «El Aula de formación tenía que abrir puertas el 2020, pero las circunstancias no lo hicieron posible tal como nos habría gustado», recuerda el presidente. De todas maneras, dirá viendo el vaso medio lleno, este «tiempo añadido» los ha permitido repensar el proyecto inicial que tiene la mirada en dinamizar la comarca y llegar tanto a amantes del vino como a las mismas bodegas del territorio. «Estos meses nos ha ayudado a dar una vuelta más, a tener más claro el objetivo y definir mejor el temario y el público al cual nos queremos dirigir». Un objetivo que persigue, sobre todo, «educar y educarnos» sobre la realidad de un territorio con larga tradición e íntimamente ligado al sector vitivinícola actual.
«Al sector del vino le falta socialización»
El actual presidente de la DOQ Priorat reflexiona sobre la realidad de este sector, «uno de los más importantes del Estado», y denuncia la carencia de «socialización del vino». «Los grandes volúmenes, la gran industria hace que se pierda la artesanía del vino», dice, y añade, «en España nos hemos hecho grandes haciendo vinos grandes, no grandes vinos, lamenta, y así es como nos hemos posicionado en el mundo». «Una bodega pequeña puede aspirar a ser social y hacer grandes vinos, comparte, reforzando la cultura de la proximidad y dar valor al campesino, al viticultor para conseguir esta vinculación emocional que solo los artesanos pueden conseguir».
Y concluye: «Venimos avalados por miles de años y para poder ganar confianza, tenemos que demostrar que somos un valor alimentario y que el vino puede generar este vínculo social y emocional«, concluirá.
