«El abuelo me pidió que cuando fuera grande le enseñara a leer y a escribir para poder explicar el periplo que vivió durante la Guerra Civil Española«. Desde el frente, desde el exilio, desde el campo de trabajo de Huerta. Pero desgraciadamente el abuelo murió joven con solo 66 años y aquella promesa nunca se pudo cumplir. No del todo, porque ahora su nieto, en Xavi Nolla, ha encontrado la manera de rememorar aquellas vivencias de una manera singular, pero a través de un producto que él, como sumiller con larga experiencia y trayectoria, conoce bien: el vino.
El cierto es que esta historia no es nueva, porque el origen de los Vinos de la Memoria hace mirar atrás unos cuántos años. El año 2018 se concebía el proyecto, el 2019 salía al mercado el primer vino de la colección –La Bruja, un Terra Alta que tenía que ser primero y único- y el 2020…, llega la pandemia. Sea como fuere, el virus no pudo con este proyecto de vinos y vida que ha permitido embotellar aquellas parcelas que fueron testigo del paso del abuelo desde la Terra Alta hasta Argelés.
ReVolt, una carinyena de l’Empordà
«En esta historia faltaba un capítulo por escribir», apunta Nolla. Y tiene que ver con el recorrido que el abuelo hizo entre Badalona hasta Argelés. Así, a los siete vinos que hasta ahora formaban parte del relato, ahora el sumiller suma el octavo, nacido de unas viñas centenarias de Coll de Banyuls y que embotella la Cooperativa de Espolla.
ReVolt es un nombre elegido a consciencia, que sus responsables, Xavi y Gisela Guitart, confiesan que les costó encontrar, pero que tantos muchos matices finalmente los convenció. «Un revolt significa curvas, y nos hace pensar en los caminos de ida y vuelta que tuvo que hacer el abuelo, volviendo del frente, y después escapando hacia el exilio», detalla Nolla. «También puede tener que ver con los giros que da la vida, añade el sumiller, porque la vida tiene giros inesperados que nunca sabes hacia donde te llevarán». Y para rematar, este punto «reivindicativo que tiene el término incitante de alguna manera a la revolución«.
Termas aparte, el vino es una cariñena joven, que sale al mercado con la añada 2021. Es nacido de una finca con suelos de pizarra en el Coll de Banyuls, un «gran cru ampurdanés«, dirá rememorando el comentario del sumiller Josep Pitu Roca. Un vino que describe como fresco, enérgico y que pensadamente no busca o evita las largas crianzas. Todo ello, con esa mirada a la tradición, al saber hacer de siempre, donde recupera los bocoys de castaño -con los cuales, por cierto, elabora todos los vinos de la colección- y que cubre con «tapón de finca», reivindicando también el Ampurdán como territorio surero.
El fin del proyecto?
De ReVolt sacarán al mercado poco más de un millar de botellas y de momento, podría ser el vino que cerrara la colección de Vinos de la Memoria; todo lo hace pensar así porque el relato tiene ahora un inicio y un final. Y a pesar de todo, queda al aire el interrogante de si incorporará todavía algún producto más. «Podrían ser unas burbujas, y en este caso me decantaría por un ancestral«, apunta con la ilusión de quien se estima el proyecto. Aun así, dirán, ahora es momento de vender y de continuar haciendo memoria de un pasado que no hace tanto que sufrimos y que estaría bien recordar por no repetir.
