La innovación y la sostenibilidad son dos conceptos que en la última década van de la mano. Avanzar para cuidar más del medio ambiente, la fauna y las personas es uno de los mantras que persiguen todas las empresas, incluso las bodegas. Las nuevas técnicas en el campo y la tecnología son las herramientas principales para lograr bajas emisiones y procesos ecológicos. Aunque muchas empresas vitivinícolas han llegado a ser sostenibles, solo una ha sido premiada este año con el prestigioso galardón Green Award, que otorga la revista The Drinks Bussiness a aquellas bodegas líderes en implementación de energías renovables, sostenibilidad, entre otros. La bodega Perelada, de la DO Empordà, se lleva este premio por su gestión y «su liderazgo en sostenibilidad», tal como ha explicado la misma empresa en un comunicado.
La marca no es la primera en utilizar técnicas sostenibles y energías renovables en el campo, pero su persistencia en obtener mejores resultados los ha puesto en el radar del jurado del prestigioso galardón. En concreto, Perelada aplica técnicas innovadoras para adaptarse al cambio climático y sus efectos, centrándose en el ahorro energético y el uso de fuentes renovables, incluyendo medidas como la energía geotérmica, la eficiencia en el consumo de agua y electricidad, el uso de materiales reciclables o el aprovechamiento de la luz natural. De hecho, la bodega ha sido distinguida como la única «bodega verde» de Europa, siendo la primera en todo el continente en recibir la certificación LEED Gold, el sello internacional que acredita altos estándares en sostenibilidad y eficiencia.
Así pues, en poco tiempo, Perelada se ha convertido en una bodega de referencia, con grandes técnicas innovadoras que no solo ponen el bienestar del ecosistema al frente, sino que también les permiten tener una reducción de costos sustancial al ser autosuficientes en prácticamente todos sus procesos.

Las herramientas que hacen a Perelada diferente
Entre las diferentes técnicas y herramientas de eficiencia que tiene la bodega, inaugurada en 2022, está la llamada iluminación eficiente. Según ha expresado la misma empresa vitivinícola, «maximiza el uso de luz natural a través del techo y un sistema de gestión avanzado que garantiza que el 100% de la electricidad utilizada está certificada como energía renovable». En concreto, la instalación de 1.000 metros cuadrados de paneles solares genera 120 kW de energía y permite que el 20% del consumo eléctrico de la bodega se derive de energía solar autogenerada. Pero esta no es la única instalación futurista de la bodega. «El edificio también aprovecha el calor del aire mediante la aerotermia«, ha remarcado Perelada. En este sentido, se utiliza cuando la energía geotérmica no cubre completamente las necesidades energéticas y, por tanto, ayuda a reducir el consumo energético.
Perelada aplica también una gestión eficiente del agua, con una visión integral del ciclo hídrico, tanto en el interior del edificio, mediante grifos de alta eficiencia y el aprovechamiento de agua de lluvia, como en el exterior, con el sistema de riego sostenible que emplea esta misma fuente para los jardines. «Un depósito de 700 metros cúbicos para almacenar agua de lluvia, junto con una red de drenaje que la infiltra al subsuelo, fomenta el ciclo natural del agua y reduce la saturación del sistema de alcantarillado», ha descrito la bodega.
En cuanto al uso de materiales, la bodega ha asegurado que «aplica estándares ambientales en la selección de materiales, priorizando aquellos reciclados y de origen local para minimizar su huella ecológica». De esta manera han concretado que el 84,41% de los residuos de construcción son desviados de los vertederos, mientras que el 26,42% del contenido total de los materiales del edificio, corresponde a materiales reciclados, y el 74,58% a productos fabricados y extraídos a menos de 800 kilómetros de la bodega. Asimismo, el 100% de la madera utilizada cuenta con certificación FSC (Forest Stewardship Council), asegurando también la sostenibilidad en la madera. Con todo, pues, Perelada se pone la corona de rey de la sostenibilidad y con este nuevo galardón se convierte en el horizonte al que muchas bodegas quisieran llegar.



