Un equipo de investigadores, donde hay científicos de la Universidad de Castilla – La Mancha (UCLM) entre otros, ha creado un sistema de comparación entre racimos para ayudar los viticultores.
Llamado ‘Grupo Operativo Diferenciación de Calidad de la Uva en Cooperativas de Castilla – La Mancha’, tiene el objetivo de conseguir que el pago por el producto sea más justo y equitativo, ayudando los productores a mantener su medio de vida. Además, también permitirá a las bodegas cooperativos tener una herramienta tecnológica para avanzar en la diferenciación de la calidad de la uva, así como su retribución sostenible y enfocada al mercado, tal como afirma un artículo publicado en ‘Vinetur’.
Una herramienta para mejorar la calidad de vida de los viticultores
Entre sus objetivos, de hecho, hay la mejora de la calidad de vida de los socios viticultores de las cooperativas, permentent que tengan una compensación económica justa y equitativa y contribuyendo a la mejora de las regiones donde tiene lugar la actividad. Todo ello se ha conseguido gracias a un programa informático especializado que facilitará la toma de decisiones relacionadas con la diferenciación de la calidad de la uva, teniendo en cuenta la tipología de los productos que se elaboran y basándose en criterios técnicos objetivos.
Así, entre los objetivos de este proyecto también hay mejorar la calidad de la uva para garantizar este pago justo y equitativo, unificar los criterios de diferenciación de la calidad de la uva la implementación de un sistema de comparación de esta remuneración.
Un incentivo para la adopción de técnicas sostenibles
Además, con este proyecto se quiere animar los viticultores a mejorar sus prácticas de cultivo respetuosas con el medio ambiente, mejorando la eficiencia de los recursos que emplean, a zonificar las viñas según características agronómicas homogéneas, a planificar las vendimias para una elaboración segmentada que mejore la calidad del producto transformado, a establecer políticas y estrategias comerciales que generen más valor y, en general, a mejorar el posicionamiento de las bodegas cooperativas de Castilla – La Mancha tanto por la calidad del producto como por el cultivo sostenible de la viña, tanto en producción convencional como ecológica.
