Entre los próximos 22 y 26 de junio, y solo por segunda vez desde el inicio de este proyecto, las cavas más exclusivas del mundo abrirán las puertas. Situadas al archipiélago de Åland, en Finlandia, son propiedad de los productores franceses de champán Veuve Clicquot, y este verano, como parte de un estudio en curso, algunos afortunados podrán ver con sus propios ojos los diversos procesos de envejecimiento que tienen lugar.
La isla Silverskår es una pequeña roca con unas cuántas cabañas de madera a medio camino entre Helsinki y Estocolmo. Junto a sus costas, pero, hay una bòveda submarina donde, desde hace más de 10 años, Veuve Clicquot guarda varias añadas para ver como evolucionan. Este experimento fue causado por el descubrimiento, el 2010, de un barco hundido en el mar Báltico el 1840 y que contendía casi 50 botellas de esta bodega francesa. Guardadas en la más absoluta oscuridad y a una temperatura baja constante y una presión equilibrada, desarrollaron unos sabores excepcionales.
Un proyecto espectacular
Después de esto, la propietaria de Veuve Clicquot, el gigante Louis Vuitton Moët Hennesssy (LVMH), decidió crear estas cavas al fondo del mar. Desde entonces, en un estudio que se quiere llevar a cabo durante cuarenta años como mínimo, dos lotes de botellas iguales se guardan en condiciones muy diferentes. El primero es en un lugar tradicional: las cavas de Veuve Cliquot, una cantera de tiza bajo la ciudad francesa de Reims. El segundo, en cambio, es en una amplia cámara submarina cerca de donde se hundió el barco, a 40 metros bajo el mar, con baja salinidad y una temperatura de 4 °C.
Una experiencia exclusiva
Durante el tiempo que ha pasado, las universidades de enología tanto de Reims como de Burdeus han ido tomando muestras de los vinos para ver como evoluciona. Ahora, pero, y por primera vez, se hará una cata con público. Será este verano, durante las celebraciones del solsticio de verano, y será una experiencia de lujo. El viaje empezará a la Maison Veuve Cliquot, donde los invitados dormirán en el Hotel lleva Marc, un castillo privado con degustaciones y cenar. Después, en avión y barco, los invitados, solo 28, irán hasta Silverskår acompañados del bodeguero Didier Mariotti.
Una vez allá, se podrán probar los cuatro champanes que forman parte del estudio de las cavas submarinas: Sucio Yellow Labelo, el mismo pero en magnum, el 2004 Vintage Rosé y lo Champagnes Demi-Seco. Además, los participantes también podrán hacer submarinismo con el equipo que descubrió el barco hundido y también de cenas con algunos de los chefs más conocidos de Francia y Finlandia. Todo ello, a un precio que no se conoce pero que se sitúa en las cinco cifras. Todo incluido, eso sí.
