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Por qué las celebraciones deportivas se riegan con vino espumoso?

Las entregas de premios de las competiciones deportivas, cuando menos de muchísimas de ellas, tienen su momento culminante en el momento en que el ganador o ganadores abren una botella de vino escumós y se rocían entre ellos o a las personas que tienen más cerca. Por qué se hace, pero? El origen, segundo explica un artículo publicado a en Wine Enthusiast’, es a la Fórmula 1, si bien desde entonces se ha extendido por todo tipo de deportes.

Una tradición que se remonta a 1967

Al parecer, todo va empezar en los años 50 cuando el piloto Argentino de la Scuderia Ferrari Juan Manuel Fangio recibió una gran botella de Moët & Chandon después de su victoria al Grand Prix de Francia. Esta práctica se fue extendiendo a todas las carreras del Campeonato del Mundo pero, durando fuerces años, la botella no se abría y todavía menos se usaba para remojarse. Esto empezó a pasar el 1966 cuando, después de las 24 Horas de Le Mans, el piloto Yo Siffert abrió la botella sin querer, rociando el público. El año siguiente, el ganador de la carrera, el norteamericano Dan Gurney, sacudió la botella de champán y la abrió para salpicar todo el mundo quien tenía cerca, incluso la mujer de Henry Ford II, propietario del equipo por el cual corría.

La Fórmula 1 es el deporte donde las duchas de escumós son más conocidas y más habituales | Kamal Sellehuddin / Wikimedia Commons (CC BY 2.0)
La Fórmula 1 es el deporte donde las duchas de escumós son más conocidas y más habituales | Kamal Sellehuddin / Wikimedia Commons (CC BY 2.0)

Un negocio enormemente lucrativo y una gran herramienta publicitaria

A partir de este momento, las duchas de vino escumós, champán o no, se fueron popularizando entre todos los deportes de motor y, después, entre el resto de deportes. Es por eso que muchas marcas han ido apuntándose como patrocinadores, para protagonizar este momento tan especial. De hecho, los acuerdos entre competiciones, equipos y deportistas y las marcas de escumós que toman el protagonismo al final de tantos acontecimiento deportivos se han compartido en un negocio muy lucrativo. Especialmente en el caso de la Fórmula 1, donde hay una carrera cada 15 días.

La exposición, además, paga la pena. Según ‘Wine Enthusiast’, Ferrari Trento, que patrocina las celebraciones a los podios de la Fórmula 1 desde 2020, vio como sus ventas aumentaban más de un 50% en los Estados Unidos en 2021. Esto, está claro, no es solo por su presencia sino también porque este escumós es el que se sirve a los invitados a las carreras, con unas 60.000 botellas anuales. Todo un ejemplo de la enorme popularidad que puede dar el deporte a una marca y, también de cómo puede ayudarla a introducirse en un mercado nuevo, como era el norteamericano para este productor italiano.

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