El ingeniero agrónomo Mario de la Fuente Lloreda es gerente de la Plataforma Tecnológica del Vino de España, PTV e investigador contratado en Viticultura y Enología en la Universidad Politècnica de Madrid, UPM. De la Fuente evalúa cuál es el estado actual del sector vitivinícola, sea desde su visión y misión de la PTV, o con la mirada como investigador y profesor. «El sector se enfrenta a varios retos de ahora hasta el 2050″, destaca, y detalla algunos como la necesidad de adaptarse a los cambios que nos está llevando el clima. «Para continuar siendo un sector agrícola importante y sostenible, hace falta que sea flexible y adaptarse a los cambios futuros», apunta; y en este sentido insiste en la importancia de repensar modelos, porque el déficit hídrico puede ser uno de los problemas más importantes a los cuales se enfrentará el sector en los próximos años. «Teniendo en cuenta que será difícil competir por la cantidad de hectáreas y cultivos, nos tenemos que posicionar por la ecología y la sostenibilidad».

- ¿Cuándo nace y con qué objetivo la PTV?
La PTV nace el 2011 bajo el amparo de la convocatoria de ayudas a las Plataformas Tecnológicas del Ministerio de Ciencia e innovación liderado, entonces, por la ministra Cristina Garmendia. Dos años más tarde, el 2013, se constituía como asociación empresarial sin ánimo de lucro con entidad jurídica propia liderada por la Federación Española del Vino (FEV), Bodegas Matarromera y Grupo Rioja, junto con 12 vocalías más de entidades del sector bodeguero, centros de investigación y universidades íntimamente vinculadas con el sector vitivinícola.
- Precisamente, una de las principales funciones de la PTV es la de generar una agenda estratégica, que se renovará entre finales de año y primeros de 2025, siendo la cuarta revisión. ¿Cómo valora la evolución del proyecto?
- Habéis introducido recientemente el área de digitalización a las seis existentes: viticultura, procesos, producto, sostenibilidad y cambio climático, salud y economía vitivinícola. ¿Por qué? ¿Piensa que las seis áreas anteriores siguen siendo válidas por separado y podría unificarse para hacer más operativa la comisión técnica de la PTV?
Afortunadamente, la PTV evoluciona y crece. En mi opinión, las seis áreas preexistentes continúan siendo necesarias y válidas, puesto que ni de lejos no se han resuelto todos los retos y necesidades del sector planteadas. Esta nueva área de digitalización responde a las necesidades de la sociedad y del sector vitivinícola, de estudiar la innovación en esta temática y aportar el conocimiento, cosa que nuestros socios nos piden a menudo con relación a la gran oferta de tecnologías digitales que circulen alrededor del vino. Había que dotar una estructura de la PTV que abordara estos retos tecnológicos digitales en materia de innovación. Desde mi punto de vista, de cara a mejorar la eficiencia de la operativa interna, tenemos que insistir en la eficiencia de la transversalidad entre áreas que abordan retos tecnológicos comunes. Necesitamos más comunicación y coordinación, pero las áreas y los grupos de trabajo electrónicos han demostrado ser un método efectivo para dinamizar proyectos.

Los principales retos a los cuales se enfrenta el sector del vino
- ¿Cuáles cree que son los mayores retos del sector vitivinícola español para los años 2030 y 2050?
Muchos de los retos para el 2030 y, que seguramente seguirán presentes veinte años después, al 2050, ya se mencionan en nuestra agenda actual. Destacaría, por ejemplo, la urgencia de adaptación al cambio climático del cultivo (variedades y portaempelts, gestión de insums, etc.) en nuestras condiciones, cosa que significa una menor disponibilidad hídrica para la agricultura de cultivos de verano.
También la importancia de entender el impacto de la biodiversidad de la viña/bodega en la producción vitivinícola, y como comentábamos hace un momento, la digitalización y optimización de procesos a toda la cadena de producción vitivinícola para que el estudio de todos los datos generados nos conduzcan a modelos de eficiencia a la bodega, tendencias y modelos predictivos de consumo y demanda de productos, o de predicción de rendimiento, control de enfermedades, trazabilidad del producto y seguridad, etiquetado, etc. También entendemos como un gran reto dar respuesta a las necesidades del consumidor desde un enfoque más bien holístico: potenciar el enoturisme y los nuevos productos demandados, la preservación de viñas como paisajes naturales singulares, biodiversidad, sostenibilidad y fomento del desarrollo rural y tejido empresarial rural de la actividad agrícola, sector muy importante a nuestro país.
- Si se pone el sombrero de profesor e investigador, como lo ve: ¿cree que el sector se debe adaptar para seguir haciendo lo mismo o renovar para continuar siendo referente en ámbito internacional?
Indudablemente para continuar siendo un sector agrícola importante y sostenible, tiene que ser flexible y adaptarse a los cambios futuros. Hay que tener mucho en cuenta las pequeñas tendencias presentes, y seguir la evolución, puesto que pueden marcar las prioridades del consumidor en un futuro a medio plazo. El sector tiene que ser innovador y renovar aquello que no responda a las necesidades de la sociedad y de los consumidores y, preservar, aquello que nos hace ser un sector agrícola único y especial.

Posicionarse como principales productores en ecológico
- ¿Considera factible que en el futuro se conserven las 980.000 hectáreas de viñedo existente en España?
Desde mi punto de vista, no. Por varias razones, pero la primera es por el tema de la gestión del agua. No creo que con los escenarios climáticos actuales y la baja disponibilidad hídrica estival, la viña sea la prioridad en la hora de repartir agua, por lo cual habrá zonas a las cuales el cultivo de la viña se verá seriamente comprometido.
En este sentido, pienso que las viñas tienen que ser sostenibles, desde el punto de vista ambiental, pero también económico, cultural y social. Creo que, a escala internacional, además, poco tiempo nos queda para continuar siendo la superficie más grande de viña del mundo – China bien pronto nos pasará- y, pienso que tendríamos que apostar para tener la máxima superficie de viña del mundo
- ¿Cree que la legislación actual es suficientemente ágil para facilitar al sector adaptarse al cambio global, y la derivada del cambio climático?
Pienso que todavía hay margen de mejora a varios niveles: aplicación y registro de productos fertilizantes, bioestimulants y fitosanitarios, implantación de tecnologías en viticultura y enología, etc. Un solo ejemplo, el cambio de variedades mejor adaptadas al cambio climático por regiones productoras bajo denominación de origen en EU tienen que pasar ensayos multianuales, a veces duplicados a las diferentes administraciones para poder pasar los diferentes registros comerciales autonómicos y estatales. Se podría intentar optimizar este proceso por la mejora de todo el sector.

La clave del éxito de la innovación aplicada
- De la Agenda Estratégica vigente se puede ver el gran esfuerzo hecho en investigación, así como la creciente recaudación de recursos económicos. ¿Piensa que funciona bien esta relación privada/pública, y qué porcentaje de resultados previstos se han conseguido?
Creo que en la relación publicoprivada hay la clave del éxito de la innovación aplicada. No hay mejor manera de testar una tecnología o innovación que en las condiciones reales de producción y, además, la transferencia de los conocimientos generados se acelera muchísimo al estar directamente implicado el sector empresarial.
Desde PTV en este último plan estratégico (2021-2023) nos planteamos un objetivo muy ambicioso: movilizar más de 100 proyectos y casi 100 M€ de fondos publicoprivats para ejecutarlos. Hasta el día de hoy se han aprobado 48 proyectos que han conseguido movilizar casi 65 millones de euros, lo cual, a pesar de no ser definitivos -queda un semestre y unos 19 proyectos en evaluación-, vemos como bonos resultados comparados con los planes trienales anteriores con 22 proyectos / 13M€; 50 proyectos/ 34,8M€ y 77 proyectos/ 56M€). La tendencia, como podéis ver, es claramente positiva.
- ¿Cómo valora el desarrollo, la formación y la innovación en el sector?
Valoro muy positivamente la inversión en innovación y desarrollo. Creo que es uno de los sectores agrícolas que más invierte en innovación, según datos de la PTV y otras entidades. Aun así, en cuanto a la formación, pienso que hay que seguir haciendo más esfuerzos y, sobre todo que llegue la formación de calidad al vitivinicultor, este es el gran reto de todos los agentes implicados.
- ¿Cree que deberían incrementar la actividad los actores tecnológicos periféricos pero involucrados en el sector de la viña y el vino? (maquinaria, robótica, fitosanitarios, big data, digitalitzación…)?
Creo que hay mucha oferta hoy en día, el que hace falta es la aproximación y la discriminación de las tecnologías ofrecidas al sector vitivinícola. Hace falta algo más de esfuerzo en desarrollos tecnológicos que sirvan para nuestro sector vitivinícola. No sirve de nada que haya mucha oferta tecnológica en un tema determinado, si no es de aplicación versátil y útil al sector vitivinícola.