El Raval de Barcelona, del bodega Ronadelles de Cornudella de Montsant, es un vermut nuevo, pero fruto de una larga historia, la de un barrio que, a finales del siglo XIX y principios del XX, luchó por los derechos de los obreros que vivían. Este vermut, fruto de un proyecto de elaboración muy reciente, ha sido el ganador del Premi Vinari al mejor vermut de Cataluña 2023 y Gran Oro en la categoría de vermuts negros, y es por eso que a ‘Vadevi’ lo hemos querido conocer en profundidad.
Eva Prim, enóloga del celler Ronadelles, confiesa que está «muy feliz» por estos premios. «Hace dos años que elaboramos vermut y es el primer tinto que hacemos», apunta, y es por eso que están a la vez «muy sorprendidos» y «contentísimos» por el éxito que han logrado. «De vermuts buenos hay en todas partes», afirma, pero «tiene que ganar uno y nos ha tocado a nosotros». Aun así, también dice, con humildad, que esto «no quiere decir que seamos los mejores».

El corazón dividido entre Barcelona, Reus y el Priorat
Nacida a Barcelona, Prim pasó la adolescencia a Reus y después volvió a la capital catalana, donde estudió Matemáticas. Durante aquella época vivía en la calle Tallers, en el Raval, y fue a los 20 años que se enamoró del Priorat, donde ya hace 22 que vive. «Siempre digo que tengo el corazón dividido entre Barcelona, Reus y el Priorat», explica la enóloga.
En otro momento de la conversación, afirma que el más importante en un vermut, como en tantas otras cosas, es hacerlas «con el corazón». Quizás es precisamente esto, junto con «el esfuerzo y el trabajo muy hecho», el que ha dado este resultado, un vermut ganador. Está hecho con el método tradicional, con base de vino blanco y buscando un equilibrio perfecto entre la amargura, los dulces y la acidez, y también plantas como el tomillo y el romero, características del Montsant. Todo ello, sentencia Prim, da un resultado «muy elegante».

Homenaje a un tiempo, un barrio y una lucha
Con El Raval de Barcelona, la bodega ha querido homenajear un barrio luchador que, a finales del siglo XIX y principios del XX, reunió mucha gente que buscaba una medida mejor. Esto se ve en el diseño de la botella, que recuerda a la arquitectura del siglo XIX, con la serigrafía imitando el hierro entre los cristales, un elemento decorativo muy característico de la época. El hashtag, además, es una mujer que simboliza la fragilidad y la libertad y que lleva un pájaro que simboliza el inicio del siglo XX, donde los obreros se organizaron para mejorar sus condiciones de vida y de trabajo.
Un proyecto muy vinculado a la gastronomía y la enoturisme
Todo ello ha resultado en un gran reconocimiento para la bodega Ronadelles, popular especialmente por su vino Cap de Ruc. La idea de hacer vermuts, pero, tal como explica Prim, vino más bien de la demanda enoturística. La bodega tiene dos restaurantes, La Serra y Quatre Molins*, y mira de ligar siempre su actividad vitivinícola con la gastronomía. Esto no los ha llevado solo al vino, sino también a elaborar vermuts para los visitantes. El éxito del Raval de Barcelona, pero, los ha sorprendido, y ahora organizan vermuts a la bodega cada fin de semana porque todo el mundo lo pueda conocer y probar.