Durante los últimos años el vino ha dejado de percibirse como parte de la dieta Mediterránea y se ha categorizado -erróneamente para muchos profesionales del sector- en la columna de bebidas nocivas por contener alcohol. Esta nueva realidad, ligada a un pensamiento social moderno que busca consumir productos más saludables, hace que el vino pierda adeptos, sobre todo entre los más jóvenes. Lejos de blanquear el consumo de alcohol, el sector vitivinícola catalán quiere devolver al vino su lugar en la dieta catalana. La Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN) es una organización sin ánimo de lucro que crea conciencia social a través de estudios que corroboran que un consumo moderado de vino puede llegar a ser beneficioso. Un gran número de empresas y entidades del sector ya forman parte de esta iniciativa y su última incorporación ha sido la DOQ Priorat, desde donde quieren dar un paso más en la lucha contra la demonización del vino, solo por su contenido alcohólico.
«No basta con pedir un consumo responsable, debemos fundamentarlo con estudios y conocimiento», asegura a Vadevi, Salustià Alvarez, presidente de la DOQ. Desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Priorat han formalizado su adhesión a la FIVIN, con la voluntad de sumarse a la promoción de un mensaje riguroso y responsable sobre el consumo moderado de vino dentro de un estilo de vida saludable. «El vino forma parte de la dieta Mediterránea», insiste el presidente del consejo regulador quien reconoce que siempre con moderación «también puede tener efectos beneficiosos para la salud». En este sentido, Alvarez afirma que los últimos años han sido duros para el sector y recuerda que «se está haciendo una campaña muy agresiva contra el alcohol sin hacer distinciones».
Con esta iniciativa, la DOQ Priorat se posiciona al lado de otras entidades e instituciones del sector vitivinícola que comparten la necesidad de fomentar una comunicación clara y basada en la evidencia científica sobre el consumo de vino. Alvarez explica en un comunicado que «la denominación representa un territorio con una fuerte tradición y una identidad propia vinculada al vino» y para conservar su consumo creen que «es necesario informar bien y con rigor para que el consumidor pueda disfrutar del vino con conciencia y respeto hacia su propia salud». En otras palabras, con esta adhesión, la Denominación de Origen Calificada no exige que se deje de advertir contra el consumo de alcohol, pero sí que se haga de otra manera, sin «tanta agresividad», especifica el presidente de la DOQ Priorat.

Campañas de alcohol 0%
El sector vitivinícola defiende solo el consumo moderado de alcohol, es decir, tomar el vino con tranquilidad, pero no abusar. Sin embargo, el presidente de la DOQ Priorat admite que en muchos momentos se ha llegado a extremos cuando se habla de reducir drásticamente el consumo de ciertas bebidas, únicamente porque contienen alcohol. «Es bueno hacer campañas, pero deberían ser contra el exceso de alcohol, no de alcohol 0″, concreta Alvarez a este diario. De esta manera, es completamente consciente del peligro del alcohol en muchas situaciones, como por ejemplo en la conducción de vehículos, pero también argumenta que a veces se demoniza el alcohol por la reacción que se obtiene al combinarlo con algunos fármacos. «Puede que lo malo sean esta gran cantidad de medicamentos», reflexiona el presidente de la DOQ catalana.
Los beneficios del vino
Desde FIVIN también han valorado muy positivamente la incorporación de la DOQ Priorat a su red, ya que según comentan en un comunicado «la suma de consejos reguladores con fuerte proyección y prestigio en el ámbito vitivinícola contribuye a ampliar el impacto de los mensajes de comunicación responsable que la fundación trabaja desde hace más de tres décadas». La adhesión del Consejo Regulador de la DOQ Priorat supone, además, un paso relevante para ampliar el alcance de este tipo de iniciativas en la sociedad, donde cada vez es más evidente la necesidad de sensibilizar sobre la importancia del consumo responsable de vino.
En la actualidad existe evidencia científica que demuestra que el vino, consumido con moderación, puede formar parte de un estilo de vida saludable y su consumo tiene contrastados beneficios en la salud, siempre hablando de adultos sanos. Esta reflexión no es una puerta abierta al consumo desmesurado, pero sí que da alas a organizaciones como FIVIN para hacer divulgación responsable sobre los productos del sector vitivinícola. No obstante, desde FIVIN también recuerdan los peligros para la salud de un consumo abusivo y sus efectos perjudiciales en la sociedad. En este sentido, la fundación trabaja para valorar la importancia de la moderación y la prevención del consumo abusivo. «Cualquier estudio sobre el vino y la salud no reemplaza el consejo médico de un profesional», concluyen desde la entidad.